El señor tenebroso ha caído y con él la situación de sus Mortifagos más leales es oscura, entre entregarse a los aurores, asumiendo las consecuencias de sus actos y muy probablemente pasando el resto de su vida en la temible prisión de los magos o p...
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La preocupación me carcome, es tanta esta angustia que siento que mi cabello está levantado en varias direcciones por la cantidad de veces que he pasado las manos por él, Harry me repite que no es mi culpa y jura por merlín que en cuanto sepa quién fue en infeliz que ataco a las chicas se encargara de despedazarlo vivo. A ninguno de los dos nos dolerá pasar una temporada en Azkaban con tal de cumplir este deseo compartido.
—¿Por qué tuve que ser tan idiota y dejarlas ir solas? —Dice Harry haciendo que levante mi cara de golpe. Él está sentado al lado de su inconsciente novia justo frente a mí, estoy sentado al lado de Hermione los cuerpos de las chicas entre nosotros me hace un poco difícil decir si lo que oí fue cierto o no.
—¿Qué dijiste?
—Que no debí dejarlas ir solas, pasan cosas peligrosas siempre en este castillo la amenaza que representan Ronald y Valentine debió de ser suficiente para que fuera con ellas —Se explica con furia.
—Si no fue mi culpa tampoco fue tuya Harry, no había razones para creer que algo así pasaría además... ¿Cómo estás tan seguro de que fueron ellos? —Cuestiono sin quitar la mirada del chico que vivió y que está con la cabeza gacha fija en sus manos.
—Es obvio, no hay más amenazas que ellos en este momento, además conozco a Ronald desde hace años y aunque antes no me daba cuenta de lo que percibía ahora con el entrenamiento que nos dieron el señor Wesley y tu padre estoy seguro de que la huella mágica que hay en el cuerpo de Ginny es de su hermano, la nueva huella magia y la antigua se combinaron, pero aun así me es fácil distinguirla.
Inconscientemente, hago mis manos puño aplicando una fuerte presión, esos idiotas ya han dañado más de lo que deberían a Hermione, pagaran caro por esto. Un ruido a mi derecha me hace recordar que no estamos solos, Pomfrey sigue buscando en una pócima para hacer que las chicas reaccionen, ha estado en eso desde que llegamos, hace más o menos 10 minutos y aún no puede dar una maldita solución.
—¿Por qué tarda tanto? —Pregunto algo brusco a la enfermera, esta deja su labor y se da la vuelta para enfrentarme.
—Clámate Draco, tengo la poción correcta desde hace rato, pero tengo que modificarla un poco, no hay que olvidar las condiciones en las que la señorita Granger se encuentra y sobre todo las otras pociones que está tomando para restaurar su magia perdida —Responde Furiosa conmigo.
—¿De qué pociones habla? —Dice Harry sorprendido, algo que no me extraña Hermione quiso mantener esto en secreto para no preocuparlos mucho, las pociones que toma hacen que su cuerpo se contraiga de dolor, ya que lo fuerza a trabajar para multiplicar la magia que quedo dentro de ella.
—Larga historia, pero básicamente la gatita está tratando de exprimirse la magia de cada célula para forzar a que se forme más —Explico con un tono cansado recordando el estado en el que la encontré hace dos meces, temblando en el piso, con la mirada desencajada por el dolor, sobra decir que me lleve un susto de muerte ante la escena y que discutimos por eso un largo, largo rato.
