Capítulo 27

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*Una luz en la obscuridad*

Las palabras de la Profesora Cristal han retumbado en mi mente desde hace días cuando las pronuncio, Malfoy me ha dicho en más de una ocasión que le gusto y que he cambiado su vida en muchos sentidos, pero ¿Son así de fuerte sus sentimientos? Por mi parte no puedo decir que soy inmune, el maldito rubio llego a instalarse en mi corazón como el jodido rey.

Ha cambiado, mucho ya no es el Malfoy mujeriego de antes, del cual los rumores de sus continuas conquistas se apoderaban de todo Hogwarts, tampoco es el supremacista de la pureza de sangre que siempre pensé, en su lugar es alguien de mente bastante abierta, y aun así ¿Cómo estar segura de que él no me dañara más de lo que ya estoy sin tener que usar Veritaserum? ¿Estoy segura de querer lanzarme de cabeza en una nueva relación después de lo que paso con Ronald?

Y luego está el beso que le di en la enfermería, beso del cual no hemos hablado y por el cual lo he estado evitando. Además, el hecho de que mi maldito patronum cambio por el simple recuerdo de sus ojos.

Llevo horas sentada sin poner atención en la clase de transformaciones pensando en esto y sigo llegando a la misma conclusión... Nada, nada me asegura que Draco no romperá mi corazón. El movimiento a mi lado corta mi línea de pensamientos, rápidamente volteo a ver a mi alrededor para darme cuenta de que se han terminado las clases de este día y ya todos se retiran

Con lentitud recojo mis cosas y me encamino a la puerta donde Harry y Neville me esperan para ir al lago donde todas las tardes los organizadores del baile nos reunimos. Los equipos propuestos se encargan de su tarea, pero si algo se dificulta nos ayudamos mutuamente, y aun así cada uno tiene bien presente lo que debe hacer.

—¿Nos vamos? – cuestiona Neville cuando estoy a su lado, tratando de que mi cerebro se quede en tierra asiento con la cabeza y juntos nos ponemos en marcha.

—¿Cómo va el banquete? – pregunto a mis amigos para romper el silencio.

—De maravilla Hermione – responde Harry con una sonrisa – y todo gracias a Neville. Debes de probar los platillos que cocina, son exquisitos hasta pueden compararse con los de Molly.

La cara de Neville se colorea en cuestión de segundos, aún no acostumbrado a los elogios y los desestima con un movimiento de su mano.

—No es nada, son solo las comidas que he aprendido a hacer con los años, era eso o comer el asqueroso estofado especial de mi abuela. —Murmura con un gesto de asco en su rostro.

—No te hagas el modesto Neville, los elfos me dijeron que en primer año los convenciste de que te enseñaran a cocinar lo básico y tú convertiste eso en platillos en otros mucho mejores —Alaba Harry.

—Sí, la cocina es una de las pocas cosas que se me da bien hacer, — dice Neville con una sonrisa de nostalgia – aunque si te soy sincero la primera vez que entre a las cocinas exploto lo que estaba cocinando y mi abuela se negó a probar mi comida por un mes temiendo que por accidente la hubiera envenenado.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora