Capítulo 33.

3.4K 159 17
                                    

Nunca había sido más feliz en mi vida desde que Hermione acepto ser mi novia, nada se compara con esto, nada, ni siquiera cundo tenía los recursos suficientes para poner el mundo a mis pies me sentí tan lleno y feliz que con Hermione a mi lado, mi...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca había sido más feliz en mi vida desde que Hermione acepto ser mi novia, nada se compara con esto, nada, ni siquiera cundo tenía los recursos suficientes para poner el mundo a mis pies me sentí tan lleno y feliz que con Hermione a mi lado, mis problemas parecen insignificantes, siento que puedo hacer lo que sea si ella me lo pidiera incluso hacer el cochino patronum.

Como todas las mañanas estoy fuera del retrato de la dama gorda, esperando que mi gatita salga. Estoy perdido en mis pensamientos sobre mi madre y la carta que recibí esta mañana, desde que respondí a aquella primera vez ella no deja de hacerme la misma pregunta una y otra vez.

¿Hermione pasará las vacaciones de Navidad con nosotros?

Al principio solo le daba excusas ***Aún no le pregunto madre, pero la próxima vez que la vea le preguntaré***

No hace falta decir que esta pregunta nunca salió por mis labios en presencia de Hermione; sin embargo, a una semana de Navidad ya no puedo seguir posponiéndolo por más tiempo.

-Hola guapo -Me doy la vuelta al escuchar su voz, Hermione esta parada a un lado del retrato de la dama gorda, con una sonrisa en mi dirección.

-Hola bonita -Respondo con una sonrisa antes de acercarme a ella y cubrir sus labios con los míos en un beso corto, pero en donde le demuestro cuanto la amo, siempre trato de que mis besos muestren eso, así nunca tendrá dudas de lo que siento por ella.

-¿Qué hice para merecerte? -Pregunto con nuestras frentes unidas y correspondiéndole la sonrisa que en este momento me está dando.

-Yo diría que, sin contar la de veces que la cagaste con ella, nada -Responde una voz a mi espalda

Frunzo el ceño; sin embargo, no es sorpresa que cuando alzo la vista es la comadreja a quien encuentro, parado a unos pocos pasos de nosotros, desde que estamos juntos a hecho una misión personal para él el jodernos, el momento cada que está cerca.

De buena manera le contestaría con mi puño en su cara, de no ser por el brazo que fuertemente sostiene mi túnica, Hermione me ve con ojos suplicantes, no preocupada por él, eso lo ha dejado claro desde el inicio, pero ambos cocientes de que no debo meterme en problemas.

-Piérdete comadreja -Suspiro, resignado tomando la mano de Hermione y emprendiendo el camino al gran comedor sin mirar al pelirrojo a pesar de que está gritando a nuestras espaldas.

Caminamos en un silencio tenso, así que busco relajar el ambiente tomando la mochila de Hermione y poniéndola sonríe mi hombro, a pesar de su sonrisa de agradecimiento, su ceño fruncido no se borra en lo más mínimo.

-¿En qué piensas? -Cuestiono ladeando la cabeza como ella suele hacer.

-¿Cómo sabes que estoy pensando en algo? -Rebate en lugar de responder lo que me hace sonreír a pesar de que estamos juntos nunca podemos evitar enviarnos puyas el uno al otro.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora