Capítulo 26.

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—Gryffindor gana gracias a tan lamentable actuación del guardián

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—Gryffindor gana gracias a tan lamentable actuación del guardián. — escuchó a lo lejos las palabras de Luna por el alto parlante, pero a pesar de eso no logro entenderlo mis ojos están fijos en la figura inconsciente tumbada en el piso sin moverse en lo más mínimo.

Observo desde lejos que una figura se acerca al rubio, la profesora Cristal nada más llegar se arrodilla al lado de la figura caída, con un movimiento de varita retira la túnica, ahogo un grito cuando su espalda queda al descubierto, dejando a la vista las más cicatrices, muchas de ellas, todas y cada una más grotesca que la anterior, como si no hubieran sido tratadas a tiempo y se hubieran infectado, abierto y cerrado sobre sí mismas una y otra vez.

De reojo veo como mis demás compañeros expresan las mismas caras de horror, los murmullos incrédulos se extienden en todas direcciones, pero importa poco para mí, salgo corriendo en dirección a donde Draco se encuentra con el único objetivo de asegurarme de que se encuentra bien, los hechizos de cristal parecen no estar surtiendo efecto, tengo que llegar a él ahora.

Cundo llego al campo los jugadores de ambos equipos forman un círculo alrededor de él, como puedo y a base de empujones me abro paso hasta que estoy a su lado.

Cristal lo ha puesto sobre su espalda, su pecho con la misma cantidad de cicatrices maltratadas; sin embargo, lo que me preocupa es la sangre que brota de su nariz, su rubio cabellos se torna de color rojo. Todo en esta escena está mal, Draco no debería verse así jamás, sus ojos deben estar brillando con ese maldito orgullo y picarda que siempre tiene, no cerrados, no más pálido de lo normal, no inconsciente y sin saber si está bien.

Empujo a la profesora a un lado ignorando sus advertencias de darle espacio al rubio, en su lugar me arrodillo al lado de mi hurón, con manos temblorosas y como si de un sueño se tratara busco desesperado su pulso en su cuello recordando aquellos libros de RCP que leí en mi juventud antes de salir a buscar Horrocrux.

Con miedo a lo que me espera toco su cuello con dos dedos en el lugar indicado y espero a sentir el suave latido de su corazón, por un horrible momento pienso que lo he perdido, que su corazón no late más; sin embargo, me obligo a mí misma a mantenerme calmada y hacer que mis temblores cesen, es así y ante la atenta mirada de muchos que siento aquel pequeño pulso bajo mis dedos. Suelto un suspiro de alivio al saber que al menos está vivo, pero la angustia no se va, está muy herido luego de esa caída.

Con cuidado coloco su cabeza en mis rodillas y lo abraso, me aferro a él como si temiera que se desvaneciera por mis dedos. Lucho con las lágrimas que amenazan con salir lágrimas de rabia o tristeza no estoy segura

—Señorita Granger suéltelo —Escucho la voz de la profesora Cristal a lo lejos, sin embargo y por primera vez en mi vida desobedezco lo que un profesor dice me aferro a un más al cuerpo de Draco.

—NO SE LO LLEVARAN, NO LO ALEJARAN DE MÍ —Grito levantando la varita y apuntando a cualquiera que se atreva a acercarse en lo más mínimo. Veo como todos los presentes son empujados lejos de nosotros con una fuerza que estoy segura salió de mí, aun así no me relajo y sigo apuntando a todos dispuesta a lanzar una maldición a quien sea.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora