Capítulo 20.

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Aviso, este capítulo contiene cambios significativos de la primera versión. Varios puntos de vista y un pésimo autoestima de parte de ciertos personajes, sugiero que lo lean con calma y si no es de tu agrado evita comentarios negativos por favor.

Desde nuestra llegada a Hogwarts ya han pasado tres semanas y para mi sorpresa el segundo día de clases fui nombrado premio anual de Gryffindor, mientras que en las otras casas los premios anuales son Luna Lovegood, Justin Finch-Fletchle y Draco M...

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Desde nuestra llegada a Hogwarts ya han pasado tres semanas y para mi sorpresa el segundo día de clases fui nombrado premio anual de Gryffindor, mientras que en las otras casas los premios anuales son Luna Lovegood, Justin Finch-Fletchle y Draco Malfoy para sorpresa de todos; sin embargo, en lo particular me pone muy feliz que entre tantas desgracias que le han sucedido al rubio al menos venga algo bueno.

A pesar de mis múltiples obligaciones como premio anual, tareas, trabajos y clases, eso no quita el hecho que mis amigos han estado lo más pendiente de mí.

Aunque es tierno de su parte estar preocupados por mí, su atención es asfixiante, saben bien que quiero estar sola, el próximo sábado será mi cumpleaños, algo que debería de ser emocionante y debería estarlo esperando con ansias.

Pero. Porque siempre hay un pero.

Es el primer cumpleaños en el que mis padres no estarán a mi lado, la primera vez en 19 años en los que no recibiré su tarjeta de felicitación o su usual regalo acompañado con pasta de dientes e hilo dental, no recibiré un abrazo de mi padre, ni podre ver las emotivas lágrimas de mi madre al ver que me estoy haciendo mayor.

Y aunque este en Hogwarts, rodeada de personas que me aman y me aprecian, no cambia nada, extraño tanto a mis padres y me duele no tener ninguna noticia de ellos, ni siquiera se acuerdan de mí, no saben que tienen una hija y todo es mi culpa.

El lago negro siempre ha sido un lugar que puede darme paz y ayudarme a dejar mi mente tranquila, pero hoy no, hoy divago, recordando a mis progenitores perdidos, mi incapacidad para ir a buscarlos siquiera y el miedo aplastante que sube por mi garganta día si y día también.

Sé que es cuestión de tiempo, con la tarea y deberes esparcido a mi alrededor, siendo cruelmente ignorados, es como al final me encuentran mis amigos.

Sabía que no podía evitarlos todo el día, pero esta vez fue rápido aún para ellos.

—No te preocupes, Hermi tus padres estarán bien. —Susurra una voz dejándose caer justo a mi lado, ni siquiera necesito voltear para ver a la persona, su voz es inconfundible y única como ella misma.

—¿Cómo sabías qué estaba pensando en ellos?

Luna fija su mirada soñadora y una sonrisa en su cara, esperando a contestar hasta que al final logra lo que quiere y termino rindiéndome, me muevo para quedar frente a frente, justo a tiempo para ver como tras mi pregunta sus ojos tornan un brillo nostálgico.

—Theo dice que a veces, cuando pienso en mi mami, también tengo esa mirada perdida, con los ojos cristalinos como si en cualquier momento fuera a llorar y el brillo que mis ojos poseen se pierden. Tal como te sucedía a ti ahora.—Explica con calma —Pero como te dije hace un momento, Hermi no tienes de que preocuparte, ellos están bien en algún lugar.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora