La pajarera de las lechuzas probablemente no fuera tan ruidosa como sus amigas al enterarse de que Black le había invitado a acompañarlo a Hogsmeade. Todas chillaron, excepto Lily.
- No me gusta la idea, Marlene.
La rubia frunce el ceño.
- ¿Por qué no? Tú estarás en Hogsmeade con Potter y éstas dos estarán aquí, estudiando. Y yo no voy a quedarme encerrada.
- Lo que no me gusta es que salgas con Black. ¿No estás al tanto de la fama que tiene? -responde la pelirroja sin un asomo de sonrisa en el rostro.
- Muy al tanto. Pero ustedes están mal interpretando todo. Simplemente quiere que le acompañe porque él también va a andar sólo y pues...eso.
- Así empiezan todas. Una vez que las usa para lo que quiere, adiós. La última semana del año pasado, estoy segura de haber contado ésto ya. Pero me encontré a una chica de Ravenclaw, muy tarde en la noche, llorando en un pasillo. Le pregunté qué le pasaba y lo único que me dijo fue que odiaba a Sirius Black. No hace falta ser una luz para saber qué había pasado...-suspira con pesadez.-
- Pues para ser Ravenclaw era bastante estúpida. ¿Me crees con un coeficiente intelectual tan bajo como para acostarme con Black? Ni hablar de que casi no lo conozco. -Responde Marlene, a la defensiva.
- Sólo te advierto. Es un imbécil con todo lo demás, pero "enamorando" chicas, lo hace de maravilla.
Las otras dos chicas las miraban con un ida y vuelta, como un partido de ping pong.
- Yo creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber si las cosas comienzan a avanzar en una dirección equivocada, Mar. -Dice Dorcas con una sonrisa.
- Yo siempre he dicho que desde cuarto o quinto tienen una tensión sexual que no se soporta, pero si puedes controlarlo, adelante. -Responde Mary con su siempre disponible sinceridad.
- ¿Podemos concentrarnos en lo que realmente es importante? Lily tiene una cita. -Dice la rubia para cambiar el tema. No le agradaba ser el centro de atención.
- Tú también tienes una cita. -Responde Lily con seriedad.
- ¿Puedes dejarlo ya? No es una puta cita, Lilian. -espeta con fastidio la rubia, llamandola por su nombre completo.
La pelirroja frunce el ceño, pero lo deja correr.
- No puedo creer que le hayas dicho que si. -Comenta Doe con una sonrisa soñadora.
- Ni él puede creer que le hayas dicho que sí. -Añade Mary con una risita.
- Era sabido. -dice Marlene aguantando la sonrisa.- ¡Si le encanta! Sólo estaba esperando que dejara de ser un imbécil ¿Verdad, Lily?
- Imbéciles ustedes tres. ¿Pueden dejar el tema ya? Le he dicho que si, vamos a salir, lo que no significa que vayamos a casarnos y tener hijos con exceso de ego.
- Ah no sé. ¿Quién dice que no, Evans? -pregunta una voz socarrona desde detrás de ellas y Sirius les sonríe cuando se dan vuelta.
- Black, no te metas. Y que sepas que te vigilo. -Dice Lily mirándolo mal.
- ¿Vas a vigilar si hago gritar a McKinnon como una mandrágora? -pregunta el chico alzando una ceja.
La rubia gira automáticamente la cabeza hacia él. ¿Realmente tenía esos planes para ella? ¿Pensaba que iba a lograrlo? Suena la campana y todas se levantan para ir a clase, Marlene tirando del brazo de Lily para que no le contestara a Sirius.
- ¿Ya ves? -es todo lo que la pelirroja le dice y comienzan a caminar hacia Defensa Contra las Artes Oscuras.
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Sabe lo que Evans piensa. Su mirada se lo deja muy en claro, y probablemente, de no ser porque Marlene se la lleva, se lo hubiera dejado en claro a viva voz también. Y claro, él, el rey de hablar sin pensar, suelta aquella frase de hacerla gritar como mandrágora, que espanta incluso a Marlene. Eso le confirma la pregunta que se había estado haciendo: Marlene piensa igual que sus amigas. Y que toda la escuela. Algo abatido por ese pensamiento, decide faltar a clase e irse a fumar a la Torre de Astronomía. Aún es de día y eso se utiliza cuando pueden verse las estrellas.
Pero, para su sorpresa no está solo, sino que James está ahí, soltando y volviendo a atrapar la pequeña Snitch dorada, con aire pensativo.- Eh, Prongs. -Dice y se sienta a su lado.
James sacude la cabeza, como bajando la mente a la realidad otra vez y sonríe de lado.
- Pads ¿Qué haces? Si McGonagall se entera de que volviste a faltar...
- No tengo ganas de ver al de DCAO. -Se encoge de hombros.
- Pff..-James rueda los ojos y observa a su amigo por encima de las gafas.
- ¿Y tú? ¿Por qué tan decaído? Creí que estarías montando una fiesta o algo ahora que Evans aceptó salir contigo.
- Pues no sé...me he empeñado tanto en que acepte que ahora que lo ha hecho no sé si voy a estar acorde a sus expectativas.
- ¿Quién eres y qué has hecho con James? El verdadero no estaría diciendo eso, estaría planeando cómo no deslumbrar demasiado a Evans con lo fabuloso y encantador que es.
James suelta una risotada y niega con la cabeza.
- Fuera de toda fanfarronada, hablo en serio. ¿Y tú? ¿Qué es eso de invitar a McKinnon? ¿Quieres contarme algo?
El joven se encoge de hombros y niega.
- No, creo que no.
- No la cagues con ella, Sirius. Te lo pido como hermano.
- Me lo pides porque sino le llenará la cabeza a Evans diciendo que tú eres tan hijo de puta como yo y se te iría a la mierda todo. -Sonríe de lado.- Pero tranquilo, Marlene no me interesa de esa forma. Es una chica inteligente, alguien con quien charlar. Nada más.
- Después el raro soy yo...-responde James, negando con la cabeza.
- ¿Qué quieres que te diga? -espeta el moreno, con fastidio.
- Que te gusta y no sexualmente hablando, Sirius. Que por una vez no piensas con tu entrepierna. -Rueda los ojos.
-...Sexualmente hablando también me gusta. -admite en un murmullo.
James suelta una carcajada y le da una palmada en la espalda.
- Bienvenido al campo de Batalla, Pads.
- De eso nada. Esto muere aquí. ¿Crees de verdad que Marlene accedería a tener algo conmigo, con todo lo que debe escuchar sobre mi? Evans me odia, eso ya me limita.
- No puedes permitir que se guíe por lo que otros dicen de ti. Pídele una chance, sutilmente, de que te conozca y ella misma se haga su propia opinión sobre ti. -Opina el joven Potter, con sabiduría.
- Alejate de Evans. Me caías mejor cuando tus consejos eran que me las lleve a la cama a todas y sea feliz.
- Es un buen consejo, pero creo que McKinnon sabrá plantarte cara cuando seas un imbécil, y las otras no.
Sirius le enseña el dedo medio a su amigo y la campana de cambio de hora les informa que es hora de bajar.
- ¿Qué harás entonces? -pregunta James, mientras bajan las escaleras.
- No lo sé. Déjame procesar todo ésto, Prongs, maldita sea. Acabo de admitir en voz alta que me gusta McKinnon.
- ¿Qué dijiste, Black?
A Sirius se le hiela la sangre. Al voltearse ve a Marlene, con los ojos verdes abiertos completamente.
- Mierda.
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Blackinnon Story
Fanfiction{AlternativeUniverse} Blackinnon Ella, hija de Aurores de espíritu rebelde. Él, el renegado de su familia. Parecen llevar años odiándose, pero se darán cuenta que tienen más en común de lo que creen, y junto a sus amigos tratarán de sobrevivir a la...