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Marlene se aparece en la casa de Lily, y golpea la puerta. La pelirroja abre y al verla, abre mucho los ojos.

- ¡Mar! No te esperaba, pasa.

La rubia entra a la casa y abraza levemente a su amiga.

- Siento venir así. ¿Cómo estás?

- Bien. Bueno...mas o menos. Pero intentando sobrellevar todo. ¿Y tú? ¿Qué tal las cosas con Sirius?

Mientras hablan, la dueña de casa la dirige escaleras arriba, hasta su habitación. Una vez solas allí, la rubia suspira.

- Bien, creo. Se ha comprado una moto.

- ¿Qué? ¿CUANDO?

- Hace un rato. No contento con eso, quiere encantarla para que vuele. Es como si siempre encontrara la manera de discutir, tan bien que estábamos...-se queja Marlene.

Lily frunce el ceño.

- Pero...¿No era que estaba raro, que llevabas días sin verle, y tal?

Ella asiente, clavando la mirada en el suelo.

- Anoche vino a cenar conmigo y me pidió disculpas por eso de estar raro...

-...¿Y?

Marlene alza la vista, confundida.

- ¿Y qué?

- Cenaron. Bien. ¿Y volvió a su casa?

- ¿Qué relevancia tiene eso?

- El hecho de que no respondas una simple pregunta me da mucho que pensar. ¿Dormiste con él?

Mar siente como el calor sube por su rostro.

- Ehm...si, pero ya se ha quedado a dormir conmigo antes.

- No te hagas la tonta. Sabes a lo que me refiero. -responde Lily, poniendo los ojos en blanco.

- Vine a decirte que James quiere ir a un bar ésta noche. ¿Vienes? -dice la rubia, cambiando de tema.

- ¡Marlie! Dime si o no. No pido más.

La aludida bufa.

- ...si.

- ¡Oh por Merlín y los cuatro fundadores! -exclama Lily, que se le echa encima para abrazarla.- ¿Como te sientes? ¿Ha estado bien?

Marlene sonríe, roja como un tomate.

- Estoy bien, no sé como explicarte. Y sí, ha estado más que bien. -responde, algo cohibida.- ¡Y no me ha dejado! En tu cara.

Lily suelta una risa.

- Es cierto. Parece que has logrado enamorar a Black.

- ¿Algún día dejarás de llamarle Black?

- Lo dudo muchísimo.

Ambas chicas ríen, y hay un momento de silencio.

- Entonces, sobre el bar...¿Vienes?

- Claro. James vendría a buscarme si no voy.

Marlene alza una ceja, y ladea la sonrisa.

- Asique James...-comenta.

- ¡Déjalo ya!

- Bueno, haz el bolso que de pasada te quedas en casa unos días. Iremos a buscar a Doe y Emme.

Lily asiente, se pone de pie y con un movimiento de la varita, la ropa sale del armario y se mete en un bolso. Mientras tanto, Marlene inspecciona las prendas que pasan por delante de su vista.

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora