26

1.2K 72 0
                                    

El chico se sobresalta y hace que ella de un respingo en el lugar.

- ¿Marlene? ¡Marlene! -exclama y se acerca a ella, con cara de dormido y de no entender nada.- Al fin, por los calzones más andrajosos de Merlín.

La rubia suelta una risita que corta al instante, pues reír le hace doler la cabeza.

- ¿Qué me pasó? -pregunta algo confusa.- Y... ¿Por qué metes los calzones de Merlín en ésto? -pregunta con una sonrisa.

Él ríe y se revuelve el cabello, innecesariamente.

- No hace falta que te despeines, Black. Ya lo estabas.

- Ah, McKinnon, apenas abres los ojos y ya me buscas pelea...-Sirius la mira y sonríe.- Iré a buscar a Pomfrey.

Ella asiente y mira alrededor. Nota que encima tiene una manta que se le hace conocida y entonces se da cuenta de que es la de Lily. Sobre la mesa de noche hay unas flores, y unas golosinas. ¿Cuánto tiempo llevaba allí?
La enfermera pasa a través de las cortinas pero deja a Sirius del otro lado.

- McKinnon, dichosos los ojos que la ven despierta. ¿Cómo se siente? -dice la mujer mientras se acerca a ella.

- Confusa. Y dolorida. Me duele mucho la cabeza. -responde Marlene.

- Lo raro sería que no le doliera. Le han dado con una bludger a toda velocidad, no se cómo no le fracturaron el cráneo.

- Cabeza dura...-se escucha a Sirius del otro lado.

- Black, váyase a desayunar. Hágame el favor. -le dice Pomfrey.

- No me ha dejado ni hablar con ella, no voy a irme.

La enfermera pone los ojos en blanco y acomoda la camilla de Marlene, para que esté semi sentada. Le hace seguir una luz con los ojos, la revisa y le toma la temperatura.

- Todo parece bien pero por hoy no se levante de la cama. Ya veremos como evoluciona. -se inclina hacia ella y susurra.- Y hable con Black. Que se vaya a dormir un poco o a desayunar o acabará en una camilla aquí al lado. En un momento le traigo el desayuno.

Mar asiente y tras la salida de Pomfrey, entra Sirius. Ella ladea la cabeza, mirandolo con curiosidad.

- ¿Has pasado aquí la noche?

- No quise dormirme.

- No te estoy recriminando que te hayas dormido, idiota. Me alegra que lo hayas hecho, tienes clases.

Él niega con la cabeza.

- Tu madre quiso que me quedara para que no te sintieras sola si despertabas. Y cuando despertaste yo estaba dormido.

- ¿Mi madre? ¿Estuvo aquí? -pregunta con sorpresa.- Y aunque estabas dormido, te despertaste al instante. Fué agradable ver un rostro conocido al abrir los ojos.

En realidad lo agradable fue verlo a él dormido aferrandole la mano. Pero no va a decirlo.
Él esboza una sonrisa.

- Pues me alegro de que creas que ha sido agradable verme a mi a la primera. -responde Sirius, como si pudiera leerle el pensamiento.- Y si. -agrega.- Tus padres estuvieron aquí ayer.

- ¿Mi padre ha dejado que te quedes? -pregunta con incredulidad.

- Bueno...tu madre ha dicho que me quede sin lugar a acotaciones. De hecho, ha tenido una reacción tan tú, que ya no me cabe duda de donde has sacado ese carácter tuyo.

Marlene suelta una risa y asiente.

- Si. De mi madre, definitivamente. Salvo eso de enojarme mucho, eso es de papá. Oye...-dice frunciendo el ceño.- No me has dicho qué me pasó.

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora