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Marlene realmente se esmera. Nunca había sido de esas chicas que están cinco horas viendo qué ropa van a usar o cómo van a peinarse. Pero no quería ir desarreglada, y mientras se pone sus botas texanas sobre los vaqueros, discute con Lily.

- Si no es una cita ¿Por qué te arreglas tanto? Nunca jamás jamás en la vida le has dedicado tanto tiempo a arreglarte.

- ¿Cómo que no? Claro que durante la semana parezco homeless pero si hay que salir me arreglo, vamos.

- Pero no así.

- No es una cita y se acabó.

Lily rueda los ojos pero desiste.

- ¿Qué crees, Mar? -dice la pelirroja.

La rubia se da vuelta y se queda realmente impactada. Lily estaba preciosa con un pantalón color crema, un suéter gris, y zapatos negros. Los colores no hacían más que resaltar el rojo intenso de su cabello y el verde de sus ojos.

- ¡Por Morgana! Estás preciosa, Lils. -Dice la rubia con una amplia sonrisa.- Creo que sólo te faltaría...

Rebusca por su mesa de noche y en el cajón encuentra unas hebillas. Las toma y se acerca a Lily para aferrar un mechón a cada lado de su cara.

- Listo. Así no tienes toooodo el pelo en la cara. -sonríe.

La chica se mira en el espejo y asiente.

- Gracias Mar. A ver tú. Vuelta. -Dice girando el dedo índice en círculos.

La rubia obedece y da una vuelta completa.

- Qué raro tú sin escote.

- Hace frío, Lils. Además -niega con la cabeza.- Nada de escote con Black o no va a prestarme atención.

- Nadie te presta atención cuando tienes escote, es lo primero que se ve. -responde Lily y le saca la lengua.

- Detecto envidia. -Bromea la otra.

- Sana.

- Esa no existe.

Ambas ríen y entonces Mary sube para avisarles que McGonagall está juntando a todos en el patio de la fuente para irse. Agradecen y toman sus bolsos para luego bajar, lanzarles un beso a sus amigas y salir de la SC en dirección al patio. Una vez allí, Filch les dice que se apuren o deberán quedarse, y se dirigen a la entrada del colegio para subirse a los carruajes que las llevan hasta Hogsmeade. Lily se retuerce las manos y Marlene sonríe al verla tan nerviosa.

- ¡Hey! Cálmate. Es Potter. No un desconocido. Intenta no tratarlo mal ni nada de eso ¿Si?

La pelirroja le saca la lengua y mira el cartel de bienvenida de Hogsmeade. Bajan las dos juntas y se dan un pequeño abrazo.

- Pasenlo bien. Que te compre dulces. -Dice Marlene y le guiña un ojo.

- Igual ustedes. Que te pida perdón por todo.

- Eso no va a pasar. -Asegura la rubia y con gesto de la mano se despide de su amiga.

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Sirius está parado en la puerta de Las Tres Escobas, con las manos dentro de la chaqueta de cuero. Habían llegado rápido porque fueron los primeros en subirse al carruaje. Gira la cabeza hacia una de las esquinas y, literalmente, no respira. Marlene se acerca caminando con despreocupación, pero está realmente hermosa. Quizás es el hecho de verla sin el uniforme, o simplemente es hermosa. Al llegar donde está él, sonríe a medias y el chico sacude la cabeza para bajar a la tierra y no parecer un idiota.

- McKinnon, qué raro es verte sin el uniforme.

- Lo mismo digo, Black.

- ¿Entramos?

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora