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Marlene despierta sobresaltada, y con un dolor de cabeza que amenaza con hacerla estallar. Mira alrededor, un ambiente desconocido. Está segura de que no ha vuelto a casa, asique probablemente sea una habitación de la casa de James. Intenta recordar la noche anterior, pero esforzar la mente incrementa el dolor de cabeza. Entonces golpean la puerta.

- Adelante. -Dice en un tono suficientemente alto para que la escuchen, mientras se oculta bajo una almohada.

- ¿Cómo te trata la resaca? -pregunta la voz de Sirius.

- Mal. -Responde.

Él le quita la almohada del rostro.

- Te traje una poción que me dio Euphemia. Bébela antes de desayunar y estarás como nueva. -Le dice el chico, que aparentemente deja algo sobre la mesa de noche.

- Sirius...

- Dime.

- ¿Tú me trajiste anoche?

- Así es. ¿No recuerdas nada?

- Sí pero no sé quién me trajo porque estaba dormida.

Marlene se sienta en la cama y lo observa. Estaba con un suéter de Gryffindor y vaqueros.

- ¿Quieres que me quede contigo y nos acurruquemos aquí? -Pregunta Sirius con una sonrisa divertida.

- No. No es lo mío. -Dice automáticamente.

- ¿Qué es lo tuyo?

- Levantarme y desayunar.

- Anoche me preguntaste si ibas a dormir conmigo.

Ella se queda mirándolo y se encoge de hombros.

- Estaba ebria. Lo siento.

- ¿Por qué te disculpas? Me besaste frente a todos anoche. Tampoco sería algo raro que durmieras conmigo.

- No somos pareja.

- No.

- Sí es raro.

- Marlene, tú no tienes esa mentalidad cerrada. No intentes engañarme. No comprendo cuál es tu problema, tendré que emborracharte para que me digas la verdad.

- Ni se te ocurra.

- Entonces ¿Por qué me tratas con tanta frialdad?

- No soy muy demostrativa, Sirius. No sé qué quieres que te diga. Y ya basta. Me duele mucho la cabeza.

Él parece tragarse un montón de cosas que decirle y asiente.

- Te espero para desayunar. Lily aún dormía pero quizás James ya la despertó. -Dice y se dirige a la puerta.- ¿Sabes? Anoche hablaste medio dormida. Me preguntaste si te quería...

Ella inhala de pronto, al oír aquello. No recordaba haberle preguntado nada.

- Te espero abajo. -añade el chico y sale de la habitación.

¿Qué? ¿Iba a lanzarle esa bomba y no iba a responderle? La rubia se revuelve el cabello con frustración, pero no le queda más que levantarse. Bebe la botellita que Sirius le ha dado y luego de arreglarse la ropa, sale. Justo frente a la habitación hay un baño, por lo que se mete. Se asea como puede, y con la varita realiza un geminio a un cepillo de dientes, para poder quitarse aquel gusto a alcohol asqueroso. Una vez peinada y arreglada, baja las escaleras. En la Sala está Sirius, al parecer atando los cordones de sus zapatillas. Ella se acerca y le deja una leve caricia en el pelo.

- Vaya. Te ves mejor. Aunque con el maquillaje corrido, despeinada y cara de dormida eras adorable igual. -Dice él cuando alza la vista y la ve.

- No soy adorable. -Refunfuña Marlene.

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora