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Marlene aparece en su casa y ve las luces encendidas, señal de que Lily está allí. Entra, y en efecto, la pelirroja está en la sala, pero no está sola. Kenneth camina de un lado a otro, con nerviosismo. Marlene va borracha como una cuba y se tambalea.

-¿Papá? -pregunta, confundida.

El hombre se sobresalta y al verla su gesto se relaja. Va a abrazarla pero se detiene a unos pocos centímetros de ella.

- Marlene ¿Estás ebria? -pregunta con severidad.

Ella suelta una risita.

- Puede.

El hombre se aferra el puente de la nariz con dos dedos, para inhalar y exhalar.

- Ve a la ducha, ya. Te necesito sobria. O tanto como se pueda. Yo acompañare a Lily a su casa.

Marlene mira a su amiga, que está aún más seria que Kenneth.

- No se preocupe, señor McKinnon. Puedo ir sola. -dice la pelirroja mientras se pone de pié y coge su bolso.- Mar, ve a la ducha, de verdad. Esto no es broma.

Dicho esto, la chica gira sobre si misma y desaparece.

- ¿Qué sucede? -pregunta.

- Ve a la ducha, yo armaré tu bolso y luego hablamos. -responde el hombre.

- Pero..

- ¡MARLENE MÉTETE EN LA DUCHA DE UNA VEZ!

La rubia da un respingo y obedece. Al salir de la ducha, un dolor punzante en la cabeza está poniéndola de mala hostia, y aún más cuando recuerda todo lo sucedido con Sirius. Entra a su habitación y su padre está terminando de meter ropa en una maleta.

- ¿Qué haces? -le pregunta, con elceño fruncido.

- Tenemos que irnos. -responde el hombre.

- ¿Tenemos? Yo no me voy. -dice ella.

Kenneth se gira a ver a su hija, y con nerviosismo camina hasta la ventana, mira hacia la calle y luego vuelve a mirar a Marlene.

- Nos han amenazado a tu madre y a mí...

- ¿¡Qué dices!?

-...y nos han dado a entender que saben que tú estás sola aquí. Podría ser una trampa, también lo hemos pensado. La cuestión es ¿Cómo saberlo? No me perdonaría que algo te pase por no tomar en serio una amenaza, mucho menos con los tiempos que corren. Así que en lugar de volver, vamos a irnos todos.

Marlene se queda estática en el lugar, procesando toda esa información en su cerebro embebido en alcohol.

- Y...¿Y si es una trampa? Nos matarán a los tres...-murmura.

- No van a matarnos. Pero no voy a dejarte aquí, y tu madre por ahora no quiere volver a Londres, no hasta estar completamente segura de qué es lo que vamos a hacer. -responde el auror, y se acerca a su hija.- Tenemos que irnos, no lo hagas más difícil, muñequita.

Y claro, ahora que sabe que sus padres están en peligro, quiere estar con ellos. Pero ¿Qué pasa con sus amigos? ¿Y con Sirius? ¡Y con Hogwarts! No. No pueden irse.

- No puedo irme...tengo toda mi vida aquí.-murmura la chica.

- Marlie, de verdad, me gustaría tener el tiempo para hablar de esto con calma, pero quizás están vigilando la casa..

- O quizás no..

- Con el "Quizás si" es suficiente para mi.

- ¡Que no voy a irme! -exclama Marlene.

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora