Blackinnon Story

5

El chico sale del aula con el ceño fruncido. Es la primera vez que alguien le cuestiona su manera de beber. Bueno, en realidad nunca nadie le ha cuestionado nada porque su vida no le interesa a nadie y sus amigos...bueno, ellos saben que no le gusta que se metan en sus cosas. Además de que muchas veces beben y fuman con él. Lo que sí había oído muchas veces era que todo lo que él hacía era por llamar la atención, por decir "Hey, aquí estoy" aunque no fuera la manera de hacerlo. McGonagall lo había dicho cientos de veces, le había ofrecido su ayuda unas decenas más. Y sin embargo él se había negado a todo.
Él hace lo que hace porque le place, no por llamar la atención. ¿Quién no sabría quién era? ¿Quién pasaría de su presencia en un lugar? Ni siquiera necesita hacer alguna travesura para que hablen de él. Tiene las chicas que quiere, cuando quiere. Aunque la verdad es que ya esta algo aburrido de eso...Y a pesar de todo, de estar tan seguro de si mismo (¿lo está?) La voz de Marlene sugiriendo en forma de pregunta que está bebiendo en exceso le resuena todo el día en la cabeza.

En la última clase, la de Herbología, Sprout está explicando como extraer un aceite que se usa como relajante muscular de la hoja de la mandrágora. Sin embargo, Sirius está perdido en sus pensamientos, tal y como estuvo todo el dia.

- Eh, Pads, ya estás poniéndome nervioso.

El moreno parpadea y se ve reflejado en los anteojos de su amigo.

- ¿Qué pasa, Prongs? -pregunta enderezandose.

- Eso me pregunto yo. Qué demonios te pasa a ti, has estado imbécil todo el día.

- Más de lo habitual. -Agrega Remus.

Peter se limita a reírse y negar con la cabeza.

- ¿Has bebido antes de las clases? -pregunta James en tono de broma.

Pero Sirius lo mira con gesto serio, sin una pizca de diversión.

- ¿Todos me tienen por un borracho perdido o cómo va la cosa? -pregunta de mala manera.

- Eh, Sirius, cálmate. Soy yo, James, tu hermano. Siempre hablo en plan broma, deberías saberlo.

Sirius sacude la cabeza y unos mechones de pelo se le deslizan hacia adelante.

- No me hagas caso, debe ser la resaca de anoche. -Replica y se pone a juguetear con la tierra de una maceta sin planta.

Marlene anota distraída lo que la profesora explica. Nunca le habían interesado las Mandrágoras, no sino hasta el año anterior donde un amigo amablemente le había convidado una calada de su cigarrillo y la rubia había entrado en un estado de paz que no había logrado con nada más. No abusaba, no. Pero para la época de exámenes era más que bienvenida.

- ¿Vas a decirme qué demonios sucede entre tú y Black? -susurra Lily con tono fastidiado.

- ¿Qué haces tú hablando de cosas extra-colegiales o como sea, en clase? -responde ella en otro susurro.

- No insultes mi inteligencia.

- No me atrevería. -Rueda los ojos y se gira hacia su amiga.- En primer lugar no hay NADA entre Black y yo. Segundo, no me hables de insultar inteligencia cuando vas por la vida negandome que Potter te vuelve loca cuando eso es un secreto a voces.