Blackinnon Story

24

Al otro día, Marlene baja al mismo tiempo que Remus a la Sala Común.

- ¡Hola Rem!

- Hola, Mar. ¿Todo bien?

- Si. ¿Cómo amaneció Sirius?

Remus pone los ojos en blanco.

- Mal. No quiere bajar.

Ella tuerce el gesto y suspira.

-Bajaré a buscarle algo para que coma y se lo subiré. ¿Está bien?

- Claro, Marlie. Ya sólo está él en la habitación. Te veo luego.

- Nos vemos, Rem.

Asique cuando bajan sus amigas, se dirigen juntas al Gran Comedor, pero Marlene agarra unas tostadas y unos muffins y vuelve a subir a la torre de Gryffindor. Luego se dirige al cuarto de los chicos y luego de golpear la puerta dos veces, entra. Sirius duerme con la almohada en la cara. La rubia deja la comida sobre la mesa de noche y se sienta al borde de la cama.

- ¿Resaca, Black? -pregunta con tono divertido.

El chico se quita la almohada del rostro y abre sólo un ojo.

- ¿Qué haces aquí, McKinnon?

- Oh pasaba por aquí y pensé en saludar. -Responde ella con sarcasmo.- Remus me dijo que no querias bajar asique te traje unas tostadas y unos muffins. Algo tienes que comer para aplacar el ácido del estómago. -Le dice, picandole con un dedo la panza.-

- ¿Y tú? ¿Desayunaste?

- Siempre puedo robarte un muffin. -se encoge de hombros.-

El moreno se sienta en la cama. Sólo entonces Marlene se da cuenta de que no trae camiseta, pero no le resulta tan incómodo como hubiera creído. La rubia repara en una chapa militar que el chico llevaba colgando del cuello. La toma en su mano y lee la inscripción.

- ¿Padfoot? -pregunta y suelta el collar.

- Ajá.

- ¿Qué significa? -pregunta la rubia con curiosidad.

Sirius se encoge de hombros.

- Es un mote.

- ¿Como Prongs para James?

El chico la mira y alza una ceja.

- Astuta, McKinnon. Quizás algún día pueda contarte la historia.

- Oh, es una especie de secreto...vale, no pregunto más.

- Gracias. -Responde el joven, mientras se estira para agarrar una tostada y darle un mordisco.

- ¡Llenarás la cama de migas!

Él le quita importancia con un gesto de la mano.

- Come. -Le indica mirándola con gesto serio.

- Qué mandón te has levantado. -Replica ella y coge un muffin.

Él la observa con diversión mientras se acaba su tostada.

- ¿Has venido a cuidarme, Marlene? -pregunta reclinandose hacia el respaldo de la cama.

- Aunque no te lo merezcas...si.

- Uy. ¿No lo merezco?

- No. Tienes resaca un día de partido contra Slytherin.

- ¡Maldición! El partido...

- Yo te diría que comas y luego te des una ducha. Te vendrá bien para despavilarte un poco.

El chico asiente.