Luego del mal rato que sus padres le hacen pasar, Marlene sube a su habitación y se acuesta sobre el cubre cama. La tormenta de nieve había comenzado y grandes remolinos blancos se ven por la ventana. Saca de sus vaqueros el folleto del recital de los Beatles y entonces recuerda: a principios del año escolar, cuando ella quiere disculparse con Sirius por haberle roto la nariz, lo encuentra en la SC y al prender la radio, suenan los Beatles. El joven había indicado en aquel momento que le gustaban y ella siquiera había prestado atención. ¿Cómo pudo olvidarlo? De hecho...había reaccionado igual que hoy: "¿Cómo no voy a conocerlos?" Sonríe ante los recuerdos y, aunque no hace frío allí dentro, se echa encima la chaqueta de Sirius. Podía permitirse aquellas cursilería en la solitaria seguridad de su habitación.
>
Sirius llega a Grimmauld Place justo cuando se desata la tormenta de nieve. Aunque sus padres le llaman, probablemente para instarlo a que aquella muchacha jamás volviera a pisar la casa, él los ignora y se dirige a su habitación. Allí lo recibe la foto de la joven que acaba de dejar a salvo en su casa, lejos de Walburga, lejos de Orión y lejos de la nieve que amenaza con enterrar a cualquiera que se atreva a salir.
Aún no ha comprado el regalo para Marlene, le resulta extremadamente complicado y no sabe a quién recurrir para pedirle ayuda, ya que carece de una madre que pueda ayudarle en ese tipo de cosas...y en cualquier otro tipo. Decide que cuando la tormenta cese, irá a recorrer algunos negocios hasta encontrar el regalo perfecto.***
La cena de Nochebuena debe pasarla con su "familia" pero no con la que él eligió, sino con la que la injusta vida le había otorgado. Silencios incómodos y vacío es todo lo que reina en la casa de la familia Black, mientras Sirius hace girar un cuchillo de plata que lleva grabado "Toujours Pur" el lema de la familia.
Pero no alcanza a terminar su cena, se pone de pié y sale del comedor, ante la furiosa mirada de sus progenitores. Coge su abrigo y su escoba, y sale a la calle, donde la tormenta del día anterior había dejado una gruesa capa de nieve en el suelo, y en cualquier superficie. Con una patada al suelo se eleva y sabe que tiene que volar bien alto, sobre las nubes, para que los muggles no le vean. Luego de un rato, comienza a descender, hasta aterrizar en la puerta de una casa decorada alegremente con motivo navideño. Antes de que pueda tocar la puerta, ésta se abre y un chico con anteojos redondos y cabello despeinado aparece.- Ya te tardabas. -Dice James con una sonrisa cómplice.
- Siento venir sin avisar. La cosa en Grimmauld Place...-niega con la cabeza.-
- ¿Tu eres tonto o qué? ¿Desde cuando te disculpas por venir a mi casa, Padfoot?
El chico se encoge de hombros.
- Es Nochebuena, no un día cualquiera.
- ¿James? -se oye desde dentro.- Dile a Sirius que pase de una vez que su plato se enfría.
James se aparta para dejarle pasar y el joven Black deja la escoba y su abrigo en el vestíbulo. Luego entra al comedor, donde Euphemia y Fleamont están sentados a la mesa y le miran con una sonrisa.
- Buenas noches. Siento la intromisión.
La mujer se pone de pié y le da un fuerte abrazo.
- Oh, querido, no es ninguna intromisión. -Le señala un plato aún cubierto.- Si se ha enfriado lo calentaré. Siéntate.
Sirius se siente algo abrumado, nunca ha sentido esa aceptación en otro lado, en su propia casa en Nochebuena estaban haciendo como si él no existiera. Le sonríe a Euphemia y le estrecha la mano a Fleamont, para luego sentarse donde le han indicado, frente a James. Destapa el plato y un delicioso aroma le abre el apetito que Grimmauld Place ha cerrado.
- Sirius, hoy Marlene me pidió tu dirección. -Comenta la señora Potter con una sonrisa.
James le mira y alza las cejas sugerentemente.
- Sí...lo sé. -responde el chico, y bebe un sorbo de zumo de calabaza para no tener que decir más nada.
- ¿Ah si? -pregunta James.
Sirius asiente y se dedica a su cena.
Luego de un delicioso postre, los chicos suben a la habitación de James. Allí había dos camas, era habitual que en las vacaciones Sirius se quedara una semana o dos allí. Realmente él y James eran como hermanos, así lo sentían y como tales se trataban.
- Marlene fue ayer a mi casa. -Comenta Sirius, mientras su amigo saca una botella de whisky de debajo de la cama.
- ¿Qué? -pregunta el otro, alzando la vista.- ¿Y qué pasó? ¿Dormiste con ella? ¿Walburga la vió?
- ¿Cómo que si dormí con ella? Marlene no es de ese tipo de chicas, Prongs.
- Uy, pero que colado estás por ella, hombre.
- El día que me parezca a ti hablando de Evans, Remus y Peter tienen luz verde para ahogarme en el lago.
- Hablando de Evans ¿Te ha dicho Marlene, ya que si no tuvieron sexo supongo que hablaron, si Lily vendrá en Año Nuevo?
Sirius rueda los ojos.
- No, no me ha dicho nada sobre eso. Había discutido con sus padres y estaba algo triste...no sabes, Walburga creyó que iba a ver a Regulus y la hizo pasar...estaba dándole la mano cuando bajé y le dije que venía a verme a mí. Le soltó la mano como si pudiera contagiarle algo, creo que Marlene no podía creerlo.
- Oh, vamos, Walburga no sería ella si no fuera una arpía. -Comenta James y le tiende un vaso de whisky.
Él coge el vaso y lo choca con su amigo.
- ¡Por las chicas que nos vuelan la cabeza! -Exclama James.
- Salud, amigo.
Ambos beben un trago, y luego Sirius se recuesta en la cama. Aquel día había madrugado y de pronto todo el cansancio había caído sobre él.
- Pads ¿Por qué no te traes tus cosas de una puñetera vez? No te queda nada para cumplir diecisiete. Y dudo que a tu madre le moleste si hace como que no estás.
El aludido suspira y chasquea la lengua.
- No quiero ser una carga aquí, Prongs. Si me voy...pues me iré cuando tenga al menos un apartamento.
- Déjate de hacer el niño remilgado porque no te queda. Mañana iremos a buscar tus cosas y te vendrás a vivir aqui. Aquella casa es un manicomio que acabará con la poca cordura que tienes.
El chico ríe y deja el vaso, ya vacío, en la mesa de noche.
- Mañana lo hablaré con tus padres y veremos. Sé que soy bienvenido pero eso ya es abusarse.
- Te juntas un día con McKinnon y ya eres otra persona, quiero un reembolso.
- Cierra el hocico. ¿Has sabido de Remus? El veintiocho hay luna llena.
- Me dijo que ya estaba sintiéndose mal, pero a veces es un drama. Con suerte mejora a tiempo para volver a la escuela.
Sirius asiente y se pone de pié para ir al baño y ponerse el "pijama" osea una camiseta vieja. Se acuesta y se tapa hasta el cuello.
- Descansa, Pads. No tengas sueños raros con McKinnon por favor.
- Ni tú con Lily aunque yo ya estoy acostumbrado, los tienes día por medio.
Sueltan una risa y James apaga las velas que iluminaban el lugar, para luego acostarse también.

ESTÁS LEYENDO
Blackinnon Story
Fanfiction{AlternativeUniverse} Blackinnon Ella, hija de Aurores de espíritu rebelde. Él, el renegado de su familia. Parecen llevar años odiándose, pero se darán cuenta que tienen más en común de lo que creen, y junto a sus amigos tratarán de sobrevivir a la...