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1977 llega con revolución. En todos los sentidos: se reportan pequeños grupos en distintas partes de Gran Bretaña, que se alzan contra la guerra y la oscuridad que poco a poco se cierne sobre el mundo mágico. También las mentes de los jóvenes entran en revolución, comprenden que no son niños ya, que deben comenzar a ver las cosas de otro modo.

Así le sucede a Marlene. Comienza a ver todo desde otra perspectiva, quizás un poco gracias a esa peculiar relación que tiene con Sirius.
Una tarde, el chico la convence de faltar a clase de Historia de la Magia y se dirigen a la vacía sala común de Gryffindor, para luego ir en dirección a la escalera del cuarto de los chicos. Pero Marlene, recelosa, se queda a los pies de la misma.

- No seas tonta, McKinnon. Cualquiera sea ese pensamiento pecaminoso que te detiene, no va a pasar. Sube. -dice Sirius, mirándole desde arriba.

Ella se muerde el labio inferior pero comienza a subir las escaleras.

- No estaba pensando en nada. -refunfuña.

- Claro. -responde el chico con ironía.

Entran a la habitación, que a la rubia le resulta en extremo ordenada.

- Vaya, parece que Remus estuvo limpiando este chiquero. -dice Sirius y se gira a ver a Marlene.- No te admires demsiado, esto no suele estar asi de limpio.

- Me imagino. Si no estuviera Remus seguro podrían criar cerdos aquí.

- Probablemente.

La joven recorre la habitación con la mirada mientras Sirius se echa boca arriba en una de las camas, y desenvuelve una ranita de chocolate. Los ojos verdes se posan en la mesita de noche junto a la cama donde el chico está acostado, pues sobre ella hay un marco con la foto que vio en la casa de James. Se acerca y se sienta a los pies de la cama.

- Has traído mi foto. -comenta.

- Si. -responde Sirius y tirando de su mano la obliga a tumbarse junto a él.

Ella se acomoda y apoya el menton sobre el pecho ajeno.

- Sirius... ¿Has pensado qué va a pasar cuando salgamos de aquí? -pregunta.

- Hmmm estudiaremos para Auror. -responde el chico, mientras le acaricia el pelo.

- No. No hablo de eso. Quiero decir... ¿Crees que aún haya guerra para entonces?

- Tsk...no sé, Marlene. Puede que si, puede que no...

- ¿Y no te inquieta? ¿No quisieras ser parte de quienes quieres acabar con los Mortífagos? ¿Y con toda esa mierda?

- Marlene, esos quienes quieren acabar con los Mortífagos se llaman Aurores. No intentes volverme loco ¿A qué te refieres en concreto?

- ¿Has oído sobre...La Orden del Fénix?

El chico cambia el semblante y se lleva un dedo a los labios.

- Se supone que no se puede andar hablando sobre eso a los cuatro vientos.

Marlene rueda los ojos.

- Al menos sabes qué es. ¿Sabes quien se dice que la preside?

- Dumbledore. - responde con un asentimiento.

- ¡De eso hablo! ¡Yo quiero formar parte!

El chico se la queda mirando un momento, como analizandola. Luego la toma de ambas mejillas y le planta un beso.

- Me encanta ese espíritu luchador que tienes. Sin embargo, y odio romperte la ilusión pero ya me ha pasado, ellos te reclutan. No es que tu te unes porque si.

Blackinnon StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora