Capítulo 24
Por fin era sábado. Pudimos despertar más tarde y luego íbamos a desayunar juntos, tranquilos. Planeaba que pasáramos así todo el día, sólo faltaba proponerle.
—Elsa, recibiste un mensaje. —avisó desde el salón
— ¡Ve quien es y que dice! —pedí, estando ocupada con servir la comida
Tan sólo unos segundos después, vi que entraba a la cocina.
— ¿Qué significa esto?
Pasmada por su reacción, cogí el celular y leí aquel mensaje. Comprobé que había sido muy mala idea que él lo viera. Me miraba con celos y cierto disgusto. También me di cuenta que José estaba insistiendo, lo que me sacaba de onda.
— ¿¿¿Por qué dice que te extraña y que te quiere ver???
—Porque está obsesionado conmigo.
— ¿Desde cuándo se mandan mensajitos? —cuestionó
— ¡Yo no le mandé nada! ¡Te lo juro!
— ¿Segura?
—No me extraña que no me creas... Y no tengo ni idea como demostrarte que estoy diciendo la verdad.
—Me voy a volver loco. —confesó pasando una mano por su rostro
Quedé muda, mirándolo, sintiendo la impotencia creciendo dentro de mí. Pero no quería rendirme, sabía que había muchos obstáculos por superar y su desconfianza era uno de ellos.
—Si tuviera algo que ocultar ¿te habría pedido que leyeras en mi lugar?
—Elsa, yo...
—Sé que esto no es fácil. ¡Pero debemos resistir! Y luchar.
—Tengo que confesarte algo. —dijo de pronto
— ¿Qué cosa?
En vez de hablar, sólo me miró.
—Matías, dime.
—No, nada.
Lo observé algo suspicaz. No era algo nuevo que no me dijera las cosas.
—Mejor dejamos esto. —murmuró— Vamos a comer...
—Está bien.
Sin duda había algo que no me decía. Esos ojos siempre lo delataban. Y sí, me preocupaba, pero más me preocupaba saber que José no me dejaba en paz.
***
Cuando Matías me propuso que fuéramos a casa de su familia, no tardé en mostrar reticencia. Para mi sorpresa insistió hasta terminar convenciéndome. Sin embargo, esa no era la manera en la que había esperado pasar aquel día. Lo único que quería era estar con él. A solas.
Era la primera vez que veía a sus padres, después de que se habían enterado de mi engaño. Y como era de esperar, estaban muy distantes conmigo y aunque no me acusaban ni me reclamaban algo, tampoco los veía muy encantados de recibirme. Eso hacía más extraña la propuesta de Matías.
—Elsa, ve al que era mi cuarto. Yo te alcanzo luego. —anunció, poco después de almorzar
—Bueno.
Por fin me escapaba un poco de aquellas miradas y de aquel ambiente tan incómodo. No me caían mal sus padres pero resultaba muy difícil digerir los cambios en nuestra relación, la enorme distancia que se había interpuso entre nosotros.
Suspiré aliviada al llegar al dormitorio.
— ¡Hola!
— ¿¿¿Tú???
José era mi peor pesadilla y se empeñaba en seguirme.
—No me contestas cuando te dejo mensajes.
— ¿Por qué será? —repliqué
Se me acercó sin pensarlo dos veces y trató de abrazarme.
— ¡Ni se te ocurra!
Aunque di un paso atrás, el avanzó y me agarró por la cintura. Todo indicaba que estaba a punto de besarme. La escena se repetía. En la misma casa.
— ¿Sigues resistiendo ante mis encantos?
—Suéltame.
—Claro que no. Hace mucho que no sentía tu perfume. Lo extrañaba.
Por más que intentaba, no podía liberarme de aquel apretón. Nuestros cuerpos estaban pegados y sus labios podían atacar los míos en cualquier momento. Pero por alguna razón, él tardaba en accionar.
— ¿Qué haces? Ya suéltame. —insistí
—Me muero por tenerte de nuevo, Elsa.
—No me interesa.
— ¿Por qué te haces la difícil?
—Simplemente no me interesa. ¡Sabes muy bien que amo a Matías! Por favor ya deja de tocarme.
Era demasiado fuerte, no lograba quitar sus manos de encima.
— ¿Y si supieras que él nunca podría enterarse? ¿Tampoco aceptarías que repitiéramos lo de esa noche?
—Estás loco. ¿En qué idioma quieres que te lo explique?
—Al menos deja que me despida con un beso. —pidió, acercando su rostro— Un solo beso como recuerdo...
—No. No lo...
En cuanto sentí sus labios, eché mi cabeza para atrás para evitar el contacto mientras no dejaba de revolverme para salir de sus brazos.
—José, ya déjala.
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¿Aún planeamos la boda? © | LIBROS I & II COMPLETOS
General Fiction¿Acostarse con otro justo en la despedida de solteras? Sin duda eso no estaría entre los planes de boda de nadie. Lo mismo hubiera dicho Elsa, pero al despertar a lado del primo de su futuro marido, comprueba que nada sale como planeamos. Con la bod...