21

5.9K 502 35
                                    

En la noche, ya estoy aquí, lista para tener una conversación con mi ex. Al verme, intenta juntar todo ese odio que lleva dentro y entregármelo a través de su mirada. Y por supuesto que no me invita pasar, cosa que ni me molesta. Estoy dispuesta a hacerle una escena donde sea.

― ¿Por qué le hiciste eso? ―decido averiguar

―No preguntes si ya sabes las respuestas. ¿O es que perdiste la memoria?

― ¿Ella qué culpa tenía?

―Tuvo la mala suerte de ser tu amiga. ―explica en tono seco

Me acerco con actitud amenazaste, mientras mi mano va preparándose para encontrarse con su cara. Por desgracia no lo tomo desprevenido y le da tiempo de agarrarme por las muñecas.

― ¿Vienes a pelear? ¡Adelante!

Dicho eso, me jala hasta que estamos ambos en el pasillo de su apartamento. Da un portazo y me queda observando. Está al pendiente de cada gesto mío. Empiezo renunciar a la idea de matarlo, el es hombre y además es mucho más fuerte que yo.

― ¿Crees que te hace bien tanto odio? ¿Por qué optaste por convertirte en esto? ¿Por qué no usas tu energia en superar y buscar a alguien que te merezca?

―Nunca volveré a confiar en una mujer. ―espeta

― ¿Vas a tratarlas a todas tal como trataste a Adela?

―Lo aprendí de ti. Finjiste tan bien y por tanto tiempo. ¿Cómo lo lograste?

Aprieto los labios, en falta de argumentos. Pues lo peor es que tiene razón... y vengo a reclamarle algo que yo misma le hice a él. No lo hice con intención pero da igual. El daño es el mismo.

―Cuando hacíamos el amor, estabas pensando en él. Estabas imaginando que estabas con él. ¿No es cierto? ¡Por eso me aguanteste!

―No... Y no uses esa palabra, yo no me sentí mal a tu lado, no hacía falta esforzarme para aguantar. Yo sí te quería pero como a un amigo.

― ¿Por qué nunca me lo dijiste?

Creo ver sus muros derumbándose, ese dolor saliendo a luz. Su voz suena más rajada. Sus ojos... están cristalizados.

―Yo ya había roto un corazón y no quería volver a hacer eso.

― ¿Y no lo pensaste al dejarme entrar en tu vida? ―reprocha entre dientes

―Lo nuestro comenzó como una aventura, algo... De haber sabido que terminarías enamorado, no habría... Sé que mi pasado no me favorece pero créeme que no soy tan desalmada. ¿Además qué iba a ganar? Te juro que fue sin querer... Y te juro que jamás te fue infiel.

―Y si así fuera ¿sabes qué me parece extraño? Que sí lo hayas engañado a él, al hombre que sí amas. ¿No se supone que cuando amamos no podemos engañar?

No me cae bien lo que dice. Porque tiene razón.

―La primera vez estaba tomada... Y la segunda... Ni siquiera sé cómo ocurrió. ¡Lo que sé es que tú lo mandaste!

―Falta que me culpes por la infidelidad.

―No. Sólo por haberme puesto en esa situación, haberme acorralado hasta caer... ¿Por qué lo hiciste?

―Por venganza.

Ni sé por qué se lo pregunto...

―Vaya rareza. Con toda tu falta de amor, afirmas que no me engañaste. En cambio a él... Bastó que llegara otro a seducirte y caíste. ¿Dónde se te quedó el amor, eh? ¿Y él que opina de todo esto?

¿Aún planeamos la boda? © |  LIBROS I & II COMPLETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora