¿Aún planeamos la boda? © | LIBROS I & II COMPLETOS

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¡Hola! Me siento muy agradecida por el apoyo que recibo con la segunda parte de APLB. ❤️️ Y habrán notado que actualizo un día sí y otro no. No me hubiera gustado hacerles esperar una semana pero tampoco puedo actualizar cada día, lo haré cuando tenga la historia finalizada. ¡Gracias por todo!

Ah y recuerden que tengo un grupo en Facebook (link en mi perfil). Me encantaría poner avances y esas cosas y también que la gente participara. Pero bueno aún no hay suficientes personas interesadas e inscritas. Bueno no pasa nada.

Elena.  (por cierto este es mi nombre y el final del mensaje, no indica el POV en la historia)

Los brazos de Matías son mágicos. Es una conclusión que saqué mientras pasé media hora llorando y sintiendo su calor. Duele reconocer pero los había extrañado demasiado y ahora ya no quiero que me suelte. Quiero que sigan brindándome consuelo, que me hagan olvidar la pesadilla que... Alfonso. No, a él no le gustaría verme así, por lo tanto me aparta como si de pronto el cuerpo de mi ex quemara.

―No deberías... estar aquí.

―No estamos haciendo nada malo. Además ni loco te dejo sola.

―Es que... ¿Por qué lo haces? Ya no hay nada que nos una y tampoco es bueno que nos veamos porque...

Porque sigo amándolo con todas mis fuerzas.

―Fuiste tú la que me buscó. Y por lo visto, aún hay cosas que nos unen, aún seguimos amándonos.

¿Ha hablado por los dos? ¿O sea... él.. ¿Él también me ama? No, tranquilo corazón, tenemos que concentrarnos en el presente. Hay un hombre luchando por su vida, un hombre que me regaló lo mejor que pudo y que no merece semejante traición.

Entonces si Matías me sigue amando pero jamás me buscó, significa que no me perdonó. No pudo hacerlo, ni siquiera el tiempo logró ayudarlo.

―No me eches de tu vida ―pide, acercándose―. No lo hagas.

― ¿Qué? Mat, no me pongas en esta situación.

Mierda, lo he llamado Mat. Como cuando estábamos juntos. Y lo notó porque esbozó una sonrisa.

― ¿Quieres que le haga lo mismo que te hice a ti?

―No. Se van a separar. ―me informa bastante decidido

Dentro de mí hay una batalla. Una parte se emociona con todo lo que oye y la otra está siempre recordando que no soy una mujer libre.

― ¡Está en coma! ¿Cómo se supone que haremos eso?

―Cuando despierte. Mientras, estaré a tu lado pero no cruzaré los límites.

Eso suena muy tentador.

―No... ―me obligo a murmurar

― ¿Te parece mejor que estés con él sin amarlo? ¡Déjalo libre! Tiene que encontrar a una mujer que sienta lo mismo que él.

Cuánta razón tiene. Lástima que sea algo tarde, pues mi pareja está en una cama de hospital, incapaz de hablar, pensar, oír. Según el doctor, no sabemos cuando se pondrá bien. Dios, no puedo tener a Matías cerca durante todo este tiempo. Tarde o más temprano, me hará ceder.

Lo que no entiendo es por que ahora da señal de querer otra oportunidad.

―Deberías ir a descansar ―propone―. Primero llamas a alguien de su familia.