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Nuevo capítulo. Ya tengo la historia finalizada, por lo tanto creo que voy a publicar aún más a menudo.

En cuanto oye mi confesión, se inclina un poco hacia delante y clava la mirada en la mesita. No saca sonido alguno. No sé si dejarlo en paz o primero explicarle exactamente cómo sucedió. O quizá deba esperar que empiece a hablar, hacer preguntas, sacar fuera el dolor que sé que le acabo de causar.

―Fue... un sólo beso...

No reacciona. Decido girarme un poco para poder verlo, aunque eso signifique ponerme sal en la herida. Me topo con un hombre confundido, desecho. Está sucediendo de nuevo... su corazón se está haciendo añicos delante de mí. Por mi culpa. Por mi maldita culpa.

― ¿De verdad estamos viviéndolo otra vez? ―cuestiona en voz grave, distorsionada por la pena

Perdóname, Mat...

―Al menos dime por qué.

―Me acorraló y no descansó hasta besarme. El problema es... le correspondí. No sé cómo ni cuándo pero lo hice. Y eso me hace culpable, aunque al apartarme haya sentido asco.

― ¿Quién es? ―inquiere entre jadeos; está intentando de controlar el llanto y la intensidad de sus emociones

―Fui al apartamento por unos documentos y conocí al alquilino. Me confesó que es mi admirador... luego empezó coquetear de una manera... algo grosera.

― ¿¡Enrique!?

―Sí... Ese tipo escogió mi apartamento con el objetivo de conocerme. Bueno, de verme... desde cerca.

―Imbécil ―gruñe y se pasa ambas manos por el rostro―. Entonces... esto pasó hoy mismo.

―Sí.

―Al menos esta vez me lo dices de inmediato. Cumpliste la promesa de dejar de mentir.

Desde que nos reconciliamos he intentado ser sincera, he tratado de hacer las cosas bien. Y todo se fue a la mierda cuando corespondí al beso robado de un desconocido. Eso me hace sentir como una cualquiera.

―El probema es que metí la pata de nuevo y ahora lo justo es que me vaya de tu vida. Para siempre.

―Espera, no... No quiero tomar ninguna decisión guidado por...

No acaba la frase y me deja desconcertada. ¿Está intentando decirme que no quiere separarse aún? ¿O estoy malinterpretando?

―No entiendo.

―Dame unos días para pensarlo.

― ¿Pensar en qué? Sabes lo mal que la pasamos por no habernos separado, por aferrarnos a una relación donde el dolor y la desconfianza parecían imposible de eliminar, donde el perdón era inalcanzable...

― ¿Quién dijo que voy a intentar algo sin perdonar? Te voy a perdonar, sólo dame un poco de tiempo para sufrir, para asimiliar esto, para-

Lo oigo y lo miro sin parpadear. ¿En serio me acaba de decir que piensa perdonarme? ¿Por segunda vez? Dios...

Llevo ambas manos a la cara, antes de estallar. Mis ojos arden, mi alma está en llamas.... mi consciencia me mata. Su actitud... no consuela. Me hace sentir peor. Le acabo de hacer una miseria, lo acabo de meter al mismo infierno que tanto tardó en superar... y me trata así. Incluso toma en cuenta la posibilidad de seguir juntos.

―No te merezco. Me voy.

Se gira hacia la izquierda y nuestras miradas se encuentran.

―Te quedas. Y yo... tengo que arreglar las cosas con ese tal Enrique. A ver qué quiere.

¿Aún planeamos la boda? © |  LIBROS I & II COMPLETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora