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Primera cita #4

Tony:

Le habías enviado un mensaje de texto tan pronto como llegaste a casa. Y después de uno que otro mensaje coqueto, él te pidió una cita y no declinaste. Se encontraron un par de días después de eso.

—Hola, nena. Debo decir que te ves despampanante —dijo él, sonriendo.

—Gracias, Tony. Tú también luces bien —respondiste sonriendo, con rubor en tus mejillas.

Pudiste jurar que lo escuchaste murmurar: "me dicen eso mucho". La noche estuvo llena de coqueteo, risas y un poquito de besuqueo. Oh, y no, no te fuiste a casa con él.

Steve:

—¿Señorita T/N? —Esa era la voz de la que no te podías cansar—. ¿Está lista para irse? —Y su sonrisa.

—Sí. Absolutamente. ¿A dónde vamos, de cualquier manera?

Él no te había dicho y tú solo eras una persona muy curiosa, así que no era sorpresa que preguntaras.

—¿Si conoces la definición de la palabra "sorpresa", verdad? —Te dijo sonriendo. Eso era un poco inusual en él pero no importaba.

—Sí, si se lo que "sorpresa" significa, Steve —respondiste sonriendo.

Después de unos cuantos minutos de conducir, llegaron al restaurante más lujoso de la ciudad. Como el caballero que es, él abrió la puerta de auto, abrió la puerta del restaurante, tomo tu blazer y movió la silla para que te sentaras. Considerándolo todo, fue una velada encantadora. Steve te dijo muchas cosas sobre su juventud y tú también.

Bruce:

Fue más una cita de almuerzo. Al principio él no era muy abierto hacia a ti pero trato de mostrar interés.

—Así que, T/N, ¿tienes nuevos resultados? Me refiero, yo tengo algunos pero...

—¿Puedes parar de hablar sobre trabajo durante el almuerzo? —Lo detuviste—. Solo quiero tener una agradable conversación y poder conocerte. Y comer —él rio por tu respuesta.

—Nunca fallas en hacerme reír. Eso es muy raro —estuviste un poco confundida.

—¿Qué? ¿Qué siempre te hago reír?

—No. Que simplemente puedes hacerme reír —respondió sonriendo, mirando tus ojos.

—Bueno, Bruce —dijiste—, ¡acostúmbrate!

Clint: 

—¿Y aquí es donde usualmente vienes? —Ustedes dos se reunieron una vez después del incidente en una nueva cafetería de la ciudad.

—Como te dije antes, solo tiene una semana. Solo estuve aquí una vez —le respondiste riendo.

—Oh, sí. Puede que eso se me haya escapado. ¿Sabes?, me distraje un poco —¿estaba él sonrojándose? ¿Clint Barton? ¿Ese chico que estaba frente a ti?

—¿Te distrajiste porque? —Antes de que él dijera algo, cubrió su boca con sus manos diciendo—: "tus ojos".

—¿Que fue eso? No entendí bien —y ahora se estaba convirtiendo en un tomate.

—Dije: tus ojos. Son algo únicos y parecen brillar gracias al sol —wow, eso era probablemente la cosa más adorable que alguien te había dicho.

—Aw, eres muy dulce, Clint. Gracias.

La cita fue probablemente una de las más adorables que habías tenido. Pero no le dirías que era adorable porque él no querría que fuera "adorable".

Thor:

No había necesidad de una cita real. Los dos simplemente se enamoraron de un momento a otro.