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-¿Por qué no me avisaste antes de la salida Paio?

-Porque sino no seria una sorpresa – mientras dejaba una mano apoyada sobre el volante la otra la dejo sobre una de tus piernas – Relaja, Lula va a estar bien una noche sin nosotros.

-¿Cómo una noche? – Arqueaste una ceja – Una cena es un rato y despues se vuelve.

-Esta cena dura toda la noche, amor – te miro apenas para guiñearte un ojo – Hace mucho no salimos, ni tenemos una noche para los dos. Entonces hoy es el día.

-¿Y si yo te decia que no?

-Nunca podrias negarte a mis encantos, Bian – sonrío para que vos te muerdas el labio por unos segundos – No te muerdas el labio de esa forma.

-¿Por qué no?

-Porque soy capaz de frenar y agarrarte acá nomas, Bian – reíste divertida para dejarle un beso en su mano – Vos solo disfruta.

-Se me hace que vos tambien vas a disfrutar.

-Se te hace bien Bianquita – lo viste sonreir mostrando todos sus dientes. Vos reiste devuelta, como lo haces cada segundo con el.

Una caricia al viento y se calma,

Una palmada al mar y se calla,

Una sonrisa al sol y aparece.

Una mirada a la luna y se duerme.

Luego de la cena prefirieron ir a una heladeria a pedir el postre. Se tomaron de la mano para caminar por Puerto Madero. Dedicieron parar en la mitad del puente de la mujer y sacarse algunas fotos. Eran pocos los momentos que podian tener a solas, y cuando era así querian aprovecharlos. Lula gastaba la mayoria de tus energias, y Paio las agotaba en el trabajo. Pero eso no quitaba que una vez que cruzaba la puerta se ocupe de ella mientras vos hacias otras cosas en la casa. Es que es un papá a toda hora. Y vos una mamá a tiempo completo. Ambos con veintidos saben que la vida sigue, pero ahora tienen a una pequeña que los necesita día y noche.

-Ayer estuve hablando con Gonza – habian ocupado un banco mientras compartian un cuarto de helado – Me conto que tiene unas ideas para el cumple de los mellis.

-¿Joda loca?

-No, quiere hacer algo más tranquilo, como ahora esta Lula y Azul esta embarazada – la noticia los sorprendio un mes atrás cuando la otra pareja del grupo aviso que estaban en la dulce espera – No quiere que hagamos todos cosas distintas y festejemos todos juntos.

-Primera vez que coincido con el, piensa el flequillito – bromeo mientras se llevaba la cucharita a la boca - ¿Y que idea tiene?

-Hacer una comida, algo tranquilo en una casa. Me parecio re buena la idea – sonreiste apenas cuando le limpiaste con una servilleta la comisura del labio a Paio, se habia manchado con chocolate – Yo le dije que podiamos poner un poco entre todos, solo tenemos que ponernos de acuerdo.

-Me parece bien – penso por unos segundos – Y tambien podemos poner nosotros la casa. ¿O no?

-Sí, tambien. Sino se van a dar cuenta demaciado rapido – asentiste mientras terminabas de sacar la cucharita de tu boca – Despues arreglamos bien.

-Del regalo se encargan ustedes dos – sentencio mientras reía. Es que para los regalos Paio es malisimo. Vos reíste para inclinarte y besarlo un poco - ¿Seguimos camino?

-¿Más todavia? Me duelen los pies – tus pies se desacostumbraron de ponerse zapatos. Tus dias se resumian a zapatillas y ojotas. O descalza, capaz.

-La noche esta en pañales, Bian – vos reíste cuando el se acerco y mordio el lobulo de tu oreja – Dale, vamos – se paro para tironear de tu mano – Dale que se hace tarde.

-¿Tarde para que?

-Ya vas a ver. Dale, vamos.

Un suspiro a la flor que elijas,

Un deseo al color que digas,

Un suspiro al aroma y perfuma,

Una cancion de amor y florece.

Luego de caminar un poco más tironeo de tu brazo para volver a caminar hacia el auto. Minutos despues emprendio viaje para subirse a la autopista. No lograbas distinguir a donde iban, vos estabas concentrada en mandarle mensajes a Flor para saber como estaba Lula. Relaja Bian, esta en el sillon con Nico mientras yo lavo los platos. Esta perfecta. Vos disfruta y dejalo todo en mis manos. Los quiero. Claro que vos no ibas a estar tranquila toda la noche, pero eso te dejaba un poco mejor.

-Deja de volverla loca a Flor, gorda.

-Queria saber como estaba Lula, ¿Acaso a vos no te preocupa como esta tu hija? – Arqueaste una ceja.

-Si, obvio. Pero se que esta en buenas manos. Y si pasara algo no dudarian en llamarnos. No te preocupes por Lula, ella esta bien.

-No se como podes estar tan tranquilo, es tan chiquitita.

-Una noche sin nosotros puede estar, Bian – acaricio tu piernas unos segundos para volver a tomar el volante con las dos manos – Mañana la llenas a besos.

-De eso no lo dudes – es que sos una mamá babosa al cien por ciento – Y, ¿A dónde vamos?

-¿Qué parte no me entendes de sorpresa vos? – Le sacaste la lengua para que el te sonria – Falta poco y ya llegamos.

-No se donde vamos a ir a las once y media de la noche.

-A muchos lugares.

-Si, a un telo seguro.

-¡Bianca! – Río, para que vos rias con el – Hay muchos lugares a donde ir que no sea ahí.

-Paio, ya se cuales son tus intenciones. Así que no me vengas con que hay otros lugares para ir – pensaste por unos segundos – Seguro me estas llevando a un descampado para abandonarme ahí, ¿no?

-Vos si que estas loca, Bian – pero más que enojarse se reía. Y vos con el, tus ideas son absurdas – Prometo que es un lindo lugar, para que pasemos un lindo momento juntos.

-Es un telo, claramente – arqueaste una ceja mientras largabas una carcajada – Seguro que pagaste para que no haya nadie y estemos solos, ¿no?

-Bian, no es un telo – reía mientras su mirada estaba fija en el camino – No seas impaciente y espera amor.

-Bueno – suspiraste apenas. Hiciste silencio unos segundos – Igual si fuera un telo no me enojaria, eh – y volvieron a reír los dos. Porque su vida se basa en eso, en risas.

La sensacion de tocar,

Esa magia que existe en el cielo,

La libertad de poder volar,

A donde quieras sin prisa y sin miedos,

Sueño dorado del sol.

-Yo te dije que no era un telo – bromeo Paio mientras cruzaban la puerta. Habia alquilado una cabaña en Tigre para que ambos pasaran la noche.

-Es, pero de una forma más elegante – retucaste mientras reías. Te sacaste el saco y te libraste de los zapatos - ¿Y esto porque es?

-Es porque queria pasar un momento con vos a solas, ¿Esta mal? – Vos negaste mientras te acercabas a el para abrazarlo – ¿Te gusta?

-Me encanta. Ahora vamos a sacarle provecho – y reíste divertida para besarlo en los labios.

Sueñodorado del sol


Acá esta el capitulo del día! Si puedo subo uno más, sino nos leemos prontito. Gracias por el aguante.

Tatii

Retazos de papel (Y de vida) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora