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El sabado por la mañana me encontraba ingresando a la casa donde convivia con Pablo, o donde habia estado conviviendo. Use el manojo de llaves que tenia. Al ingresar aparecio Rocco, quien rapidamente salto y comenzo a festejar mi presencia. Acaricie su muslo, su cabeza y deje algunos besos sonoros sobre la misma. Extrañaba a aquel loco perro. Cuando deje las llaves en la mesita de siempre camine hacia el sillon, donde deje apoyado mi bolso. Suspire algunas veces mientras le daba una mirada a todo el living. Estaba todo limpio. Pablo siempre fue de esos que les gusta el orden pero tampoco era mister limpieza. En el ultimo tiempo habia adoptado mejor los modales de mantener la casa ordenada por Lula, y por mi insistencia. Camine a la cocina donde me servi un vaso de agua. En la mañana habia desayunado con Ramiro antes de que partiera a buscar a Bruno al aeropuerto, el mismo estaba volviendo de un viaje de vacaciones que se debia hacia tiempo junto a Pity. Cuando Bruno se entero de la situacion no tardo tanto en llamarme y preguntarme como estaba, como tampoco en cada dia mandarme un mensaje de aliento e intentar cambiarme de tema para que no siempre pensara en lo mismo. Bueno, como decia...

Una vez que termine de tomar el vaso de agua camine hacia la habitacion de Lula, extrañaba verla aunque solo haya pasado un dia. Su cuna estaba vacia por lo que supuse que estaria durmiendo con Paio. Y no me equivoque. La puerta estaba entreabierta por lo que mire. Los dos dormian placidamente. Del lado que me habia correspondido a mi en la cama habian almohadas para que impidan que Lula rodara y pudiera caerse en la noche. A su lado estaba Paio, quien estaba boca abajo y dormia placidamente. No se cuanto tiempo abre estado mirandolos pero cuando me di cuenta Paio estaba dandose vuelta y me habia visto. Choco su mirada, los ojos chinos que tiene por la mañana, con la mia. Tome una bocanada de aire y me gire para comenzar a caminar nuevamente hacia el living.





  He estado sentado con la mirada fija tras estas cuatro paredes,

esperando que llames

Es una cruel existencia,

como si no tuviera sentido guardar la esperanza 





En la soledad del patio me recoste en la reposera y tire mi cabeza hacia atras. Deje que los rayos de sol se colaran en mi piel, dejando que la misma sienta el calor de aquel dia. Rocco se coloco a mi lado apoyando su cabeza en mis piernas. Estire mi brazo para acariciarlo, amo su pelaje suave. Senti una mano que se posicionaba sobre la mia frenando las caricias que le daba a Rocco. Abri mis ojos lentamente para encontrarme con Paio, quien me miraba arrodillado a mi lado. Entrelazo nuestros dedos mientras dejaba un recorrido con su dedo pulgar sobre uno de mis dedos.



-No te escuche llegar - Hablo lentamente mientras su vista estaba fija en nuestras manos entrelazadas - No sabia que ibas a venir.

-Vine a buscarla a Lula, a la tarde tenemos que ir a la casa de Micaela por el cumpleaños - Aquel sabado una de las rubias del grupo cumplia años. Habia arreglado con ella que iria un rato en la tarde, ya que a la noche planeaba salir a bailar. Yo por mi lado no iria.

-Si, me llego la invitacion de la noche - Murmuro mientras se llevaba su mano libre a la cabeza - No sabia si ir, te iba a decir que si querias vayas vos que yo me quedo con Lula. Por ahi querias salir con los chicos.

-No tengo ganas - Cerre mis ojos nuevamente mientras largaba un pequeño suspiro - ¿Lula sigue durmiendo?

-Si, anoche se durmio tarde. Me costo mucho hacerla dormir. Ni con un cuento se dormia - Abri mis ojos nuevamente para mirarlo - ¿Te costo mucho a vos?

Retazos de papel (Y de vida) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora