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Los dias comenzaban a correr con rapidez y los tres meses de embarazo habian llegado con rapidez. Era sabado, hoy se cumplia un mes que con Paio habiamos comenzado a vivir juntos nuevamente. Y hoy teniamos cumpleaños.





-Amor - Baje las escaleras con Lula en brazos para depositarla en la alfombra que le habiamos puesto en el piso para que pudiera jugar - Acordate que a la tarde tenemos turno en el medico, tenemos la ecografia.



-Si gorda - Mientras el cortaba el pasto del patio yo le daba de comer al perro. El mismo me movia la cola en señal de que estaba contento - ¿A que hora era?




-A las tres, tenemos que llevar a Lula porque nadie la puede tener - le habia pedido a cada uno de mis amigos si alguien podia tenerla por solo un rato, pero no hubo caso. Esa tarde visitariamos el hospital los tres juntos.





Para el mediodia Paio se habia encargado de cocinar mientras que yo me habia puesto a bañar a Lula, para que luego solo nos quede vestirla. Cuando lo hice la deje en su cochecito en la cocina, dejandola que le haga compañia al hombre de la casa. Me meti dentro del lavadero y saque la ropa para tender. Me fui directo al patio y antes de empezar a colgar la ropa respire profundamente algunas veces. Habia algunas noches que venia teniendo un sueño raro, pero que no era tan dificil. Soñaba que aparecia la mujer con la que Paio habia estado diciendole que esperaba un hijo suyo. Y esas mañanas luego del sueño me salian las ganas de no querer hablarle, pero no buscaba que confrontemos, sino que podamos salir adelante como siempre lo habiamos hecho.






-Bianca DiPasquale - Un hombre con bata blanca salio de su consultorio con una planilla en mano. Levante mi mano, en señal de que ahi estaba. Nos paramos los dos y con Lula en brazos de Paio entramos al consultorio - Bien, tenes turno para una ecografia.



-Si - Murmure mientras dejaba la cartera sobre el respaldar de la silla. Me indico que me acueste en la camilla, por lo que camine hasta alli.




-Decime, ¿Como te venis sintiendo? - Me queje al sentir el liquido frio sobre mi vientre.




-Bien, ando con vomitos y algunos mareos pero nada fuera de lo normal. Vivi lo mismo con mi hija - El doctor le hecho una mirada rapida antes de asentir moviendo la cabeza - Y tambien con algunos antojos, pero despues de eso nada raro.






-Por lo que estoy viendo aca - Su mirada no salia del ecografo - viene todo en perfectas condiciones. Viene saludable por el momento, y esperemos que siga asi, obviamente - Fui yo ahora la que asenti. Lo mire a Paio, quien miraba el ecografo sin sacar la vista de alli. Y a Lula, que miraba cada rincon de aquel lugar.






-Gracias doctor - Fue lo que dije cuando me limpie el vientre y baje de la camilla. Lo saludamos y salimos del consultorio.






La felicidad nos inundaba por todas partes.








Nos detuvimos en un barcito para poder merendar algo. Le pedi a la moza si me podia calentar la leche de Lula, la mamadera ya estaba fria. Mientras nos preparaban el pedido lo vi a Paio muy concentrado con su telefono. Mi mente divago un poco, pero cuando vi que lo miraba tanto me mostro el celular. Estaba jugando a un juego.




-Perseguida - Murmuro.



-No te dije nada - Me defendi mientras le acomodaba el pelo a Lula - No me digas perseguida.



-Pero si lo sos, ya pensaste que me estaba mandando mensaje con alguien seguro - ¿Porque me conoce tanto? Puedo asegurar que por un momento lo pense, pero tambien se que estoy confiando nuevamente en el.




Retazos de papel (Y de vida) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora