Paio habia llegado a las ocho de la mañana a casa, su aliento olia a alcohol en exceso. Su ropa desalineada y su poco pelo despeinado. Se habia tumbado en la cama asi como habia llegado, sin sacarse nada. Al cabo de segundos estaba dormido, por lo que yo solo me habia levantado y le saque las zapatillas. Quise sacarle la ropa, pero termine dejando que siga durmiendo asi. Cuando me desperte eran las doce del mediodia, tenia un poco de dolor de cabeza por lo que arrastre los pies hacia la cocina para poder tomar algo. Me refregue algunos dedos en mi sien, sentia como si me estuvieran clavando algo en mitad de mi cabeza. La noche anterior no habia tomado tanto, solo fui la encargada de llevar a Florencia y Micaela a sus casas. Ellas si se habian tomado todo, hasta lo mio. Yo solo me habia limitado a disfrutar la fiesta, la habian hecho en un bar que habian reservado. Eramos todas mujeres y despues de las dos de la mañana comenzaron a entrar personas ajenas a esa fiesta.
A las cinco de la mañana divise a Mateo en el mismo bar que yo. El me miro y me sonrio, levantando su bazo con el liquido. Yo solo lo mire y asenti con la cabeza. Obviamente que busque a Paio con la mirada, pero jamas lo encontre. Yo a las seis estaba en casa, habia decidido no hacerme problema por si no lo habia visto en el bar. Capaz que se habia vuelto antes. Pero no, en casa no estaba. Lo habia llamado tres veces al telefono, pero en ninguna me atendio, ni tampoco sono. Me daba completamente el contestador. No quise volverme loca, supuse que andaria festejando todavia, no queria arruinarle nada. Y como dije antes, a las ocho llego el.
Me meti dentro del baño para darme una ducha refrescante, deje que el agua fria caiga sobre mi cuerpo. Sentia el mismo caliente, debe ser producto del mismo calor que hacia. Seque mi cabello, me coloque la ropa interior y camine asi hasta la habitacion. Mientras me cambiaba mire como Paio seguia durmiendo boca abajo, tan solo pude hacer una mueca con los labios. La duda de lo que habia hecho anoche seguia carcomiendome la cabeza. Ladee la misma para sacar esos pensamientos, no queria permitirme pensar mal y de golpe saltar como la terrible chispita que soy.
-Buenos dias - Pablo ocupo un lugar al lado mio en el sillon. El reloj marcaba las cuatro de la tarde cuando el aparecio con el pelo mojado, su short y el torso desnudo.
-Buenas tardes - Le correji. Mi mirada se centraba en el televisor, donde venia una pelicula de comedia. En mis manos llevaba la taza de te, la cuarta que me habia hecho en el dia.
-¿Como la pasaste anoche? - Note como movia sus manos rapidamente, las pasaba por su pelo o las frotaba en sus piernas. Tomo una galletita de agua que estaba en el plato y en cuestion de segundos ya se la habia comido - ¿A donde fueron?
-Fuimos a un bar, la pasamos bien - Movi un hombro, como restandole importancia - ¿Vos como la pasaste?
-Bien, el hermano de Mateo y sus amigos son muy copados - Hablo rapidamente, como si decir eso le molestara en algo - ¿Vos me sacaste las zapatillas?
-Si, viniste bastante tomado esta mañana - Deje la taza sobre la mesa ratona y me pare mientras me acomodaba mi colita de pelo - Llamo Mateo, pregunto si habias llegado bien porque despues de las cuatro de la mañana te perdio de vista - No lo mire, solo le hablaba mientras agarraba unas prendas de ropa de encima de la silla - Llamalo, esta preocupado parece.
No deje que me contestara y camine directamente hacia la habitacion. Tendi la cama, abri las ventanas para dejar que entraran los rayos de sol y guarde algunas cosas en la habitacion. Camine al baño, vi como Paio habia dejado los vidrios empañados y todo tirado por ahi. Deje unas prendas en el canasto de la ropa sucia que traje de la habitacion. A un costado estaba la camisa blanca que Paio habia usado la noche anterior, la misma con la que habia dormido. La tome y mi mirada se centro rapidamente en el cuello de la misma. Un par de labios, un beso mejor dicho, estaba marcado en el mismo. Estruje rapidamente la camisa en mi mano y comence a caminar hacia el living. Pablo seguia sentado ahi, con su telefono en mano.
-Ya veo porque desapareciste anoche del barcito donde fuiste - Le revolee la camisa. El tan solo me miro. Tenia sus ojos llenos de lagrimas.
-¿Te puedo explicar aunque sea?
-No, no quiero escucharte Pablo - Me gire en mis talones y camine directamente a la habitacion. Me encerre en la misma tumbandome en la cama. Ahora comprendia todo.
ESTÁS LEYENDO
Retazos de papel (Y de vida) ©
Teen Fiction-¿Cuanto tiempo te quedaras conmigo? -¿Preparo café o preparo mi vida? Continuación de de Retazos de papel!