-No podes ser tan goma, te lo juro -Esa noche nos habíamos juntado todos los hombres en mi casa a comer una picada junto a unas cervezas para poder mirar el partido - No podes hacerle eso a la piba -Bruno estaba indignado de como Nacho todavía no había sentado cabeza.
-¿Que? Intente de todas formas que se diera cuenta que no era mi tipo de chica pero ella seguía insistiendo en que juntos podíamos hacer miles de cosas juntos.
-¿Y Flor que paso? -Florencia es una chica que había conocido tiempo atrás en un boliche, precisamente un mes antes de que nacieran los mellizos. Había tenido oportunidades donde la trajo y la presento, pero nunca llegaron a ser nada formal. O que nosotros no sepamos.
-Es muy celosa, eso no me cabe a mi - no había caso, podrían pasar miles de años que Nacho seguiría teniendo el parche instalado -Che Paio, ¿Vos nos juntastes nada mas para que veamos el partido?
-Si.
-¿O no sera que nos queres encajar a tus hijos como lo hiciste el otro día? Estaba en mi pleno momento cuando me empezaste a romper las pelotas para que al otro día pasa a buscarla a lula. ¡Ni garchar tranquilo me dejas! -Ramiro se quejaba desde el sofá con el vaso de cerveza en la mano.
-Mentira, estabas viendo una película en el sofá tirado porque te dejaron plantado por irse a cenar con amigas.
-La próxima no te voy a contar nada, Pablito -Ironizo. Yo no hice mas que reír.
-Bueno, pero a mi si me escupiste el asado. Cuando Cintia escucho el teléfono casi me ahorca por no ponerlo en silencio - Gonzalo hablaba desde una punta, apoyado sobre la pared y con su vaso en mano, claramente - Amo a mi sobrino, pero tenes horarios para llamar. No hacia falta a la una de la madrugada.
-Si los llamaba a las seis cuando me levanto me iban a putear porque a esa hora todos duermen todavía, ¿O se olvidan que ustedes arrancan el día a las ocho? - Me cruce de brazos - Aparte no sean tan gomas, cuando ustedes me cortaban el momento a mi nunca les dije nada.
-No, solamente nos salias a correr con el palo de escoba, nada mas.
-Mentira - Me defendí - Eso nunca paso, siempre me la aguantaba...
-Y después cuando se quedaban solos la enana no zafaba - Le tire un almohadón a Nacho quien comenzó a reír - Bueno dale, no somos tarados, sabemos que si la fletaste a Bian y a los chicos para que nos quedemos solos es porque necesitas algo.
-Bueno, si en realidad necesito la ayuda de todos - Vi como varios pares de ojos se posaron en los míos. No pude evitar que me empezaran a sudar las manos, pero no podía dar marcha atrás ahora - Quiero pedirle casamiento a Bian.
Una semana es lo que había transcurrido desde que le comente a los chicos mi plan de estar los dos parados frente a un cura. Ella con su vestido blanco y yo en traje, que a decir verdad no me gustaba usar, pero seria capaz de lo que fuera por verla feliz. Nacho se encargo toda la semana de organizar mi despedida de soltero, decía que el era la persona indicada para hacer que esa noche sea única. Bruno junto con Ramiro me tiraron algunas ideas de como sorprenderla a la hora de contarle la noticia. Me propusieron que hable con los nenes, que sean parte de la sorpresa, pero preferí que sea algo entre los dos. Los nenes lo sabrían después. Pity junto con Gonzalo fueron quienes consiguieron algunas cosas para que pueda decorar el patio de casa. Habia decidido hacer una pequeña cena intima, entre los dos, en el patio de nuestra casa. Esa noche los chicos se llevarían cada uno a sus respectivos sobrinos, con la amenaza que al otro día temprano los traerían para prepararlos y todos ir a pasar un día al parque de diversiones.
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Retazos de papel (Y de vida) ©
Teen Fiction-¿Cuanto tiempo te quedaras conmigo? -¿Preparo café o preparo mi vida? Continuación de de Retazos de papel!