Narra Paio
No se si era inconscientemente lo que hacia, o era demasiado consciente, pero ahora en vez de ir a casa a dejar las bolsas del supermercado estaba sentado en el auto con las manos sobre el volante. Y respire, no se cuantas veces lo hice, pero sentía que no eran las necesarias. Golpee el volante, perdí la cuenta de las veces que lo hice, pero cuando me vi las manos tenia pequeñas manchas rojas. Tome un pañuelo de la guantera y me lo pase por las manos para sacar aquel liquido rojo. Y volví a suspira. ¿Ya dije que había perdido la cuenta de cuantas veces lo hice? Bueno, arranco la cuenta otra vez. Cuando logre reaccionar que seguía en el estacionamiento del supermercado encendí el auto. Y así, aturdido como estaba, comencé a manejar hasta casa.
-¿Pañales? - Abrí mis ojos ampliamente - ¿Estas embarazada Paula?
-Si, te iba a contar cuando pudiera comunicarme con vos - Su mirada estaba sobre la mía, no la movía por nada. Yo no sabia si mirarla a ella, a la panza o simplemente mirar el piso. ¿Acaso se estaba cumpliendo el maldito sueño que la tenia tan alterada a Bianca?
Cuando termine de guardar todas las cosas en sus respectivos lugares me tire en el sillón con el teléfono en mano. Jugaba con el. Entraba a la lista de contactos y buscaba el Amor, lo miraba varias veces el numero y volvía a bloquear el teléfono. Así estuve bastante tiempo hasta que lo revolee sobre la mesa ratona completamente apagado. Me recosté en el sillón y cerré los ojos con fuerza. Quería borrarme la imagen de Paula acariciando su vientre, la parte donde me replantee algunas miles de veces si Bianca tenia algún don que podía ver lo que pasaría. No se. No entendia nada. Sigo sin entender, aclaro.
-¿Podemos hablar? - Paula insistia en seguir mirandome fijamente mientras sus manos las tenia sobre la panza. Su hermana nos miraba desde un costado sin entender nada. No se en que momento fue pero se fue de la escena, dejandonos solos. A los dos, el bebe, los changos y la gente que pasaba agarrando productos.
-No tenemos nada de que hablar los dos - Espete duramente. ¿Realmente no queria escucharla?
-Si, tenemos. Y mucho, Paio. Tengo que explicarte que paso - Me tomo de la muñeca cuando vio que quise irme. Sin el chango, lejos de ella - No te vayas, escuchame.
-No quiero - Estaba negado completamente.
-No seas chiquilin Pablo, dejame que te cuente, ¿Puede ser?
A las nueve de la noche las dos mujeres de la casa estaban entrando en compañia de Gonzalo y Ramiro, ¿En que momento se encontraron? Y yo...yo seguia en la misma posicion de cuando habia vuelto del supermercado. Para lo unico que me habia movido fue para alcanzar el control remoto, para ir a buscar algo a la cocina y poder ir al baño. Ramiro me dejo a Lula encima de mi cuerpo luego de que chocaramos los puños en forma de saludo. Gonzalo me franeleo el pelo, mientras que Bianca dejo un beso sobre mis labios antes de que Lula intentara tironearle del pelo. Los tres desaparecieron del comedor dejandome solo con Lula. La mire, jugaba con el cuello de mi remera. Y sonrei. La atraje un poco mas hacia mi cuerpo y bese su frente, sus mejillas y su cabeza. Volvi a sonreir.
Por la cabeza se me pasaron miles de ideas de como decirle a Bian acerca del sueño que habia tenido. ¿Reaccionaria mal? Obvio, que pregunta tonta. Claro que reaccionaria mal. No es facil saber que la persona con la que tuviste un amorio ahora esta embarazada del mismo tiempo que la mujer con la que estas, ni que mucho menos cree que esta esperando de mellizos. ¿Que mujer lo tomaria bien? Ninguna, claramente. Y Bianca no seria la exepcion a eso. Ladee la cabeza sacando esos pensamientos cuando senti un tiron en mi pelo. Lula.
-No, no quiero escucharte. Creo que no quiero saber de quien es. Creo que no me interesa saberlo, ¿Porque tendria que saberlo? Yo estoy con Bian, estoy bien, no la quiero cagar ahora. ¿Que te pensas que puede pasar si se entera que vos estas embarazada? No, me mata. Me deja sin casa, sin hijos y sin posible casamiento. ¿Y yo que hago? Lo nuestro fue solo un momento, o algunos momentos nada mas - Me vi interrumpido cuando Paula puso dos dedos sobre mis labios.
-Paio, callate un poco. Hablaste mucho y demaciadas cosas a la vez - La mire espectante.
-¿Es mio? - Dude en preguntar aquello. No queria saberlo...creo yo.
-No Paio, no es tuyo.
Creo que nunca respire tanto como en ese momento. Y estaba aturdido, si. Pero la felicite, siempre supe que Paula queria ser mama. Y se le dio, se le cumplio tener dos hermosos bebes porque por lo poco que me comento serian dos. Igual, que yo este bien y tranquilo que no sea mio no quiere decir que no le cuente a Bianca de este encuentro, de esta noticia. Y asi pueda quedarse tranquila que con Paula nada mas puede atarme.
Es cortito pero quise dejarles alguno.
Tati.
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Retazos de papel (Y de vida) ©
Teen Fiction-¿Cuanto tiempo te quedaras conmigo? -¿Preparo café o preparo mi vida? Continuación de de Retazos de papel!