28- Acorralados

76.1K 6K 612
                                    

Ni me paré a pensar en que Mateo hubiera sido tan irresponsable. Sí, lo habíamos hecho sin condón, pero ¿por qué estaba más preocupado de que él se fuera a morir y no me preocupaba tanto de que yo pudiera haberme contagiado de su ETS? Que a mi me hubiera pasado cualquier enfermedad de esas me daba igual, lo único por lo que sufría era por la vida de la única persona que sentía que había querido de verdad.

-Aun no hay nada seguro -me dijo-. Y no se lo digas a nadie por favor. Esto es algo de lo que tampoco deberían enterarse nadie de mi familia.

En ése momento era incapaz de ponerme en su situación. Su vida corría peligro y encima, por culpa de Jaden su relación con la familia también. A lo mejor si descubrían que le atraían los chicos, hasta no les importaba que estuviera enfermo. Pero aun así no podía arriesgarse. 

-No creo que me vaya a morir por eso -dijo después Mateo-. Pero, a lo mejor tu también estás... 

-No me importa -no sabía ni lo que estaba diciendo. A lo mejor me hubiera importado más si hubiera estado enfermo yo sólo. Pero no estaba solo. Estaba junto a Mateo en todo eso, pese a que Jaden nos estuviera intentando separar-. Creo que tenemos cosas más importantes de las que encargarnos.

-Pero ¿como lo haremos? Me veo realmente acorralado. A la que se enteren en mi casa estaré muerto.

Si se enteraran él estaría muerto. Y yo, sin él, a lo mejor estaría muerto también. Y no podía dejar que nos pasara nada, no sin que antes me hubiera atrevido a contarle todo lo que significaba Mateo para mi. 

Como razonar con su familia había quedado descartado, mientras yo me quedaba en el apartamento esperando a su hermana, Mateo fue a buscar a Jaden, para hablar con él. He de reconocer que en ése momento pensé que todo podría ser una estratagema para deshacerse de mí para que ellos pudieran estar solos. En mi memoria venían imágenes de ellos dos bésandose de esa manera tan pasional, que había visto los últimos días. La verdad es que aún se me hacía raro que se hubieran picado de ésa manera después de como se habían besado. Era una relación amor-odio que no entendía. 

Dejé de comerme la olla cuando escuché la voz de Jaden viniendo de la calle. Me asomé a por la ventana y lo vi hablando con Nerea. La hermana de Mateo, que acababa de llegar. 

Era demasiado tarde.  

Secretos De Un Heterosexual [En revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora