Ambos sabíamos que Mateo no se podía quedar para siempre en mi casa. Como en mi habitación no había pestillo, tuvo que dormir en un colchón al lado de mi cama. A mi madre se le hacía raro eso de que trajera amigos a casa. Y aun que durmiéramos separados eso no iba a hacer desaparecer las sospechas de los padres de Mateo sobre nuestra extraña relación. De hecho, estoy convencido de que Mateo la había cagado viniendo a mi casa. Pero no le culpo. En momentos de desesperación hacemos aquello que más necesitamos, sin pensar nunca en las consecuencias.
Ese día no fui al instituto. Cuando mis padres se fueron a trabajar me escurrí con él bajo las sábanas de su colchón y nos pasamos horas haciendo todo aquello por lo que huíamos: nos abrazamos, nos besamos, nos tocamos,... aquello que mucha gente no veía normal era lo único que nos mantenía juntos y lo único por lo que tenía ganas de seguir viviendo.
Pero llegó un momento en que no pude aguantarme más y lloré. Lloré por nada y por todo. Por él y por mi. Por nosotros y por lo que nos rodeaba. Lloraba por ese secreto que hasta el momento sólo habían conocido 4 personas,... cinco si lo sabía ahora su madre, seis si se lo había contado a su padre. Su padre, aquel hombre al que le daríamos asco, el mismo hombre que formaba parte del grupo radical que se dedicaba a limpiar la ciudad de homosexuales. Esperaba que no fuéramos su próxima víctima. Esperaba que Mateo nunca tuviera que conocer la doble vida que llevaba su padre, si es que lo seguía considerando su padre.
-Yo no tengo padres -dijo en aquel momento-. No puedo considerarlos como tales si no aceptan lo que soy. Unos padres de verdad, unos que realmente quieran a sus hijos, los querrían independientemente de cualquier cosa.
Yo estaba callado, no sabía que decirle. No pensaba que fuera capaz de animarlo. Después de un largo silencio se levantó de la cama y dijo al fin:
-Nos vamos a mi casa. Llamaré a Nerea para que me avise cuando no haya nadie y aprovecharé ese momento para hacer las maletas y coger las llaves del apartamento -dijo mientras se vestía.
-Pero tus padres se darán cuenta y... esto no es como en las vacaciones, Mateo. Yo tengo clases.
-Entonces me iré yo solo.
-¿¡Pero no ves que esto es una tontería!? ¡Tus padres van a descubrir tarde o temprano donde estás!
-¡No me digas lo que tengo que hacer! ¿Te crees que para mi todo esto es fácil? ¡Al menos yo estoy buscando una solución!
No me podía hacer a la idea de vivir lejos de Mateo, me dolía tanto verle en ese estado pero no podía dejar que se fuera así como si nada, ni podía dejar que se alejara de mi. Por eso lo acompañé andando hasta su casa.
Fue al cruzar una calle, cuando un coche negro se paró en frente de nosotros. Unos hombres totalmente desconocidos salieron de él. Algo dentro de mí me decía que corriera, pero no pude. Los hombres se acercaron a nosotros, apuntó con una pistola a través del bolsillo a Mateo y nos pidió que subiéramos al coche sin hacer nada raro.
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Como siempre daros las gracias a todos los que seguís aqui y a los nuevos que llegan! Un abrazo enorme!
He respondido a todas las preguntas de la semana pasada en ésta nueva entrada:
https://www.wattpad.com/245027991-vertedero-preguntas-frecuentes-sobre-secretos-de
Las que no respondo aquí las responderé en un futuro cercano. ¡Muchas gracias a todos los que habéis participado!
Me alegra ver que os van gustando los nuevos capítulos. Espero que este también guste y me comenten que les ha parecido este capítulo. Me ha encantado leer los del capítulo anterior, me alegra ver que me decís lo que os parece, si os gusta y todo eso. :)
Gracias de nuevo y ya sabéis lo de siempre: se os quiere ❤❤❤❤❤❤
PD: Para todo aquel que tenga interés en conocerme más a fondo, os dejo el enlace a mi tumblr: http://hidennehan.tumblr.com/
SOIS LO MÁS, EN SERIO.
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Secretos De Un Heterosexual [En revisión]
RomanceNunca me había imaginado con un chico. Hasta que apareció él. [Basado en hechos reales]