27- Espaldas

80.8K 6.6K 1.4K
                                    


Jaden salió del apartamento de un portazo, y me atreví a salir de la habitación. Mateo estaba de pie, quieto frente de la puerta.

-Lo has escuchado todo, ¿verdad? -me preguntó sin darse la vuelta.

-No te preocupes por mi. Haz lo que tengas que hacer. 

-No puedo dejar que mi hermana ni nadie de mi familia se entere de esto. Pero...

-Cuando volvamos a nuestras casas, estaremos lejos de aquí. Jaden no va a enterarse de si nos estamos viendo o no.

-No se trata de esto. Aun que quedáramos para vernos en plan amigos, si Jaden llegara a hablar con mi hermana y se enterara...

-No tiene porque enterarse nadie, Mateo -exclamé.

Mateo seguía de espaldas a mi, parecía que no se atreviera a mirarme. Tenía miedo de que me estuviera ocultando algo. 

-Hagamos lo que hagamos, esto nunca se volverá a repetir. No puede volverse a repetir y nadie puede enterarse de esto, solo tienes que ver las noticias de vez en cuando para darte cuenta.

-¿Que pasa en las noticias?

-Nos están matando. Cada día homosexuales son asesinados como si fueran una plaga. ¿Como no te habías dado cuenta? Que si alguien se entera de todo esto yo no seré el único afectado, tu también.

Yo no podía hacer nada contra esas cosas, contra la creciente homofóbia que había en el país últimamente. Pero a lo mejor podía hacer que se relajara. Nunca antes había visto a Mateo tan tenso. Me acerqué a él y lo abracé por detrás. ¿Y si se lo contaba todo en ése momento? ¿Y si le decía que esos habían sido los mejores días de mi vida? ¿Cambiaría algo? Quizá el no pensaba lo mismo, quizá yo sólo había sido un pasatiempo, al fin y al cabo, poco le importó cuando descubrió que había estado líandome con Jaden. Y menos le importó que se uniera a nosotros dos en todo lo que hacíamos. ¿Y si en realidad yo no le importaba tanto como él me importaba a mí? ¿Y si me iba a dejar por Jaden?

-¿Sabes por qué te estoy dando la espalda? -Dijo al fin Mateo.

-¿Por qué?

-Porque no me atrevo a mirarte a los ojos para decirte lo mal que me sabe... -se dejó caer de rodillas en el suelo-. Lo mal que me sabe dejar todo ésto.... sin antes haberte contado toda la verdad... Pero es que no puedo. Si te lo contara te haría daño. Y no quiero hacerte daño,... -se le quebró la voz, como si quisiera llorar-. No puedo hacerte daño a ti. 

Me puse de rodillas frente a el y le levanté la cabeza, de manera que nuestros ojos quedaron a la misma altura. Sus ojos verdes brillaban como nunca había visto antes. Brillaban de preocupación, de las lágrimas de alguien que sabe que está a punto de perderlo todo.

-¿A qué te refieres con dejar todo esto?

-A lo mejor no es seguro. Pero mi ahora exnovia no estaba en el hospital por un accidente de tráfico, sino por una ETS. Y cabe la posibilidad,...

-¿Te vas a morir? -fueron las únicas palabras que fueron capaces de salir de mi boca.  

Secretos De Un Heterosexual [En revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora