Secretos De Un Heterosexual [En revisión]

32- Derretido

Me pregunto si a él le pasaría lo mismo que a mí cuando sus labios recorrían con suavidad mi espalda desnuda. Porque podía sentir como en cada uno de sus besos, en cada una de sus caricias como mi cuerpo se iba derritiendo cada vez más y más. ¿Para qué quería yo a nadie más teniéndolo a él? Ojalá me hubiera atrevido a pedirle que estuviera para siempre conmigo, pero ambos sabíamos de sobras que en ésa situación no podíamos pedirnos nada.

-¿Me quieres? -me preguntó de la nada.

¿A que venía esa pregunta? Claro que le quería. Muchísimo. Más que a cualquiera otra persona que existiera en la faz de la tierra. Pero nunca me había atrevido a decírselo por miedo a su reacción. Pero quizá en ese momento cualquier cosa que nos dijéramos no podía perjudicar lo que sentíamos el uno por el otro.

-No hace falta que no respondas si no quieres -me dijo al cabo de un rato al ver que yo no le contestaba la pregunta.

-Siempre me dijiste que el amor no existía, Mateo. Que es una invención del ser humano que se siente solo, que las personas solo nos queremos porque tenemos la necesidad de formar lazos para así no pensar en la soledad.

-Eso es lo que pensaba. Pero tu me debes de querer mucho para haber aguantado todo lo que has aguantado. 

Me quedé de piedra. Sin saber que decir. 

-Eso, o tienes una obsesión conmigo -dijo.

-Mateo, no tengo ninguna obsesión conmigo. Solo eres mi amigo. 

-¿Y los amigos no se quieren? -sus labios se acercaron rápidamente a los míos-. Porque esto es lo que me has estado demostrando. 

Hice una finta para esquivar su beso.

-Me gustaría que estuvieras siempre conmigo -no pude evitar decir. 

Mateo se levantó para sentarse en el borde de la cama. Sabía que eso  no era lo mejor que podría haber dicho. Y después de un corto silencio me dijo:

-¿Sabes? He tenido varias novias y todas me han dicho algo parecido, que no me querían dejar, que me querrían para siempre y todo eso. ¿Pero sabes que? Creo que es la primera vez en toda mi vida que entiendo que es lo que siente la persona que dice eso. Y si hay algo que me haga feliz es que estés y sigas aquí pese a todo. Porque la verdad es que yo también te quiero. 

Nunca más tuve la necesidad tan enorme de  que alguien o algo me confirmara que no estaba soñando. Que Mateo había dicho esas palabras y que habían brotado de su boca con tanta facilidad y como si fuera lo más normal del mundo. Quizá porque para él era normal quererme, pero a mi aún me costaba entender como alguien como él podía hace eso por alguien como yo.

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Como siempre daros las gracias a todos los que seguís aqui y a los nuevos que llegan! Un abrazo enorme!

Espero que os guste y me comenten que les ha parecido este capítulo.

Se os quiere ❤❤❤❤❤❤