Viaje escolar

Sentimientos

Luego del desastre que se causo debido a la ira del ex-prefecto y de que la lluvia y la tormenta salvaran a la piña, todos los invitados fueron llevados a sus respectivas habitaciones, no sin antes asegurarse de que ningún estudiante notara al único grupo que fue directamente al tercer piso.

Un pequeño conejo se encontraba pensando en la reacción que tuvo su guardián más fuerte por los comentarios de sus supuestos amigos, de los cuales se encargaría personalmente en otro momento, tenía que averiguar como descubrió la pequeña nube el secreto que tenía con la pelirroja.

El castaño se sentía confuso a medida que analizaba las acciones del mayor, por un momento la idea de que tal vez el de ojos grises sintiese algo por su amiga de ojos verdes se le cruzó por la mente y sinceramente no le gustaba para nada la idea, aunque si lo pensaba bien tenía lógica, después de todo la chica era lo que era, una chica, y él no podría competir con eso.

Por otro lado, y sin ser consciente de los pensamientos depresivos del cielo, la nube se encontraba recostado pensando en si lo que dijeron aquellos idiotas había sido verdad.

Después de que fue separado de aquel herbívoro había salido en busca de aquella chica pelirroja para pedirle explicación sobre que había entre ella y SU cielo, sin embargo para suerte de ella no la encontró después de casi una hora de búsqueda, se había dirigido hacía su habitación con el peor de los humores, estar rodeado de tanto herbívoro le hacía daño a un carnívoro como él.

Llevaba un buen rato pensando en todo lo dicho durante la cena, se había quedado nada más porque el bebe había empezado a hablar con aquella chica sobre su pequeño castaño, ya que de haber sido por él hubiese salido antes de que le entregaran cualquier dulce, había notado las reacciones de su supuesto jefe y no le habían gustado para nada, verlo entre los colores azul y rojo era divertido solo cuando era él quien causaba esa reacción.

Ambos jóvenes siguieron tratando de averiguar que sería lo que sentiría el contrario por la pelirroja, que por cierto se encontraba muy tranquila acostada junto al chico con el que llevaba siete años de relación, sin ser consciente del desastre en que había convertido la cabeza de su querido cielo y la aterradora nube.

La noche paso rápido para los estudiantes e invitados especiales, demasiado especiales, excepto para cierto castaño, que al parecer estaba por empezar su debut como zombie, aquella apariencia en el chico sorprendió a más de uno, inclusive sus compañeros se sorprendieron de verlo en tan lamentable estado, sin embargo decidieron ignorarlo para esperar a la gente importante.

-Juudaime, ¿Se encuentra bien?-Preguntó preocupado la autoproclamada mano derecha a su jefe.

-¿Eh?, sí, sólo no pude dormir bien, no te preocupes, Gokudera-kun-El chico le dedicó a su amigo una de sus dulces sonrisas.

-¿Está seguro, Boss?-Preguntó la única guardiana femenina preocupada.

-Sí, no hay nada de que preocuparse, estoy bien-Dijo mientras le sonreía, la chica se ruborizó ya que seguía siendo tímida, pero esa no fue excusa suficiente para cierto Kokuyo que sentía celos de verla sonrojada.

-¡Ciaossu!-Saludó Boren-sensei mientras hacia su aparición-Vengo a informarles que Nono y la mayoría de sus invitados no podrán venir a desayunar, debido a que ha surgido un problema en la compañía y necesita arreglarlo, además de que los invitados son en su mayoría los jefes de diversas organizaciones y tienen papeleo pendiente y no quieren que se acumule.

Los estudiantes se sintieron decepcionados por el aviso dado por Boren-sensei y cuando estuvieron sentados recordaron lo que los había irritado la noche anterior.

-Boren-sensei, ¿Por qué dame-tsuna esta en la cabecera? -Preguntó un alumno provocando que los amigos y guardianes del mismo se irritara.

-La pregunta es, ¿Por qué no debería de estar allí?-Respondió una voz desde la puerta sorprendiendo a todos los estudiantes.