Mano izquierda

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Luego de la cena los estudiantes decidieron volver a la biblioteca, esta vez investigarían un poco sobre Primo, no querían creer que su compañero de clases, aquel al que siempre humillaron era familiar de alguien tan importante como Giotto, si ese era el caso tratarían de no suicidarse por la vergüenza, habían desperdiciado la oportunidad de aprovecharse de la ingenuidad del castaño.

Cuando entraron a la biblioteca se sorprendieron de no ver aquel retrato que los hizo sospechar de Sawada, pero decidieron ignorar eso y empezar a buscar entre los estantes todos los libros relacionados con la primera generación.

Mientras los estudiantes se dedicaban a investigar sobre Giotto, Tsuna de dedicaba a pensar en lo sucedido entre él y su guardián, por un lado se sentía bien de haber besado a Hibari, pero al mismo tiempo estaba avergonzado y no se sentía preparado para volver a ver los ojos de su tutor o los del guardián.

La noche paso y la mayoría de los japoneses estudiantes estaban desvelados, los estudiantes de nami-chū no encontraron casi nada sobre la primera generación y por ende no tenían ni un poco de información sobre Asari o Giotto.

-Debido a lo sucedido con el idiota de Belphegor he decidido cambiarles a dos de las personas que los supervisan -El anuncio de Reborn llamo la atención de los alumnos.

-¿A quiénes cambiara?-Preguntó Chrome, no quería que cambiaran a Fran.

-A los príncipes incompetentes -Respondió malhumorado.

-¿A quiénes pondrá en su lugar, Boren-sensei? -Preguntó Rin.

-Por ahora serán un miembro del grupo de Byakuran y Uni-Byakuran sonrió, quería ver como reaccionaría Bluebell cuando tuviera que trabajar junto a Uni y Fran.

Después del desayuno Byakuran se acerco a Chrome para que le entregara a Mukuro, la pelivioleta lo miro como si hubiese perdido la cabeza y le entregó el bebe a una chica que pasaba por allí.

-¿Podría llevarlo con Geraldine-san?-La sirvienta le sonrió a Chrome con cariño y acepto.

-Chrome-chan, Mukuro-kun tiene que estar conmigo -El peliblanco estaba molesto.

-Después del almuerzo ella se encargara de entregarle el bebe a usted y vigilar que no le haga nada malo-Informó la chica para luego seguir al resto del grupo para asistir a clases.

Byakuran sentía la ira recorrer su cuerpo, Geraldine que se encontraba cerca con la piña en brazos se pregunto por qué siempre se acababa metiendo en problemas, después de todo el hitman la amenazo por haber permitido lo que paso entre el cielo y la nube.

Cuando los estudiantes llegaron no se sorprendieron de ver a Fran esperándolos, sin embargo se percataron por fin de la escultura de primo que estaba a unos metros de él.

-Buenos días -Saludo el peliverde.

-Buenos días -Fue lo que contestaron los estudiantes.

Fran los condujo a su salón de clases de nuevo, una vez allí se sorprendieron de ver a dos chicas, a ambas las reconocieron.

Uni se encontraba sentada y Bluebell la miraba con fastidio, cuando la puerta se abrió ambas miraron a Fran buscando apoyo.

-Fran, has que Bluebell entre en razón -Rogó la nieta de Luce.

-No, Fran tienes que hacer desaparecer a Uni -Ordenó la peliazul.

-Las dos deberían desaparecer, son molestas-Fue lo único que dijo el peliverde.

Luego de que los alumnos tomaran asiento y las dos chicas le dieran una mirada asesina al ilusionista decidieron presentarse.

-Es bueno verlos, como saben soy Uni, aquí no soy la líder de nada, sólo una estudiante de primer año, espero no llevemos bien-Dijo la dulce chica, la guardiana de la lluvia le hizo muecas.

-Soy Bluebell, primer año y miembro del grupo de Byakuran -Fue lo único que dijo.

-Ellas dos se encargaran temporalmente de ustedes junto conmigo-Informó el chico antes de retirarse arrastrando a Bluebell mientras conversaba con Uni.

Las clases pasaron sin ninguna novedad, los alumnos se molestaron porque Fran no les dijo ninguna clase de pista, pero cuando la clase de historia comenzó se extrañaron de ver a Boren-sensei.

-¡Ciaossu!, primero que nada debo decirles que no soy su profesor de historia, sólo vengo a darles la pista y a vigilar a algunas personas luego de eso me voy-Lo dicho por el hitman hizo ruborizar al castaño y Chrome lo noto.

-Pensé que la pista nos la daría Fran -Comentó Yamamoto.

-Esta ocupado-Fue lo único que dijo sobre el chico-En fin, el próximo guardián que deben buscar es un espadachín, es conocido como el guardián de la lluvia, como sabrán existe la creencia de que todos los males de los lleva el viento-Los alumnos asintieron de acuerdo con esa idea-Pues en Vongola ese mérito se le da a la lluvia, el guardián de esta generación es calmado pero peligroso.

Luego de decir eso el hitman miro al castaño, Tsuna no le devolvió la mirada así que decidió quedarse cerca para verificar que se concentrara en estudiar y no en otras actividades con Kyōya.

Los alumnos no conocían a nadie más que a Mochida que supiese como manejar una katana, aunque fuese de madera, o eso pensaban ellos.

Tsuna miro a Takeshi, definitivamente no era tan calmado como se veía pero tampoco era peligroso, el azabache le devolvió la mirada a Sawada y le dedico una sonrisa.

Durante el descanso Tsuna se reunió con sus dos guardianes, estaba evitando a su guardián mas fuerte.

-Juudaime, lamento haber traicionado su confianza, no merezco ser su mano derecha-Lo dicho por el de ojos verdes sorprendió al castaño.

-No te preocupes, ya me encargare de ustedes cuando todo esto termine así que no tienes que arrepentirte de nada-Takeshi y Gokudera temblaron ligeramente, sabían que formarían parte de un museo de esculturas de hielo.

-Ma, ma~, no es para tanto Tsuna -Yamamoto estaba tratando de convencer a Tsuna.

-¡Callate, idiota del béisbol, si Juudaime dice que merecemos un castigo entonces seremos castigados!-Tsuna agradeció que estuvieran en la azotea ellos tres solos, porque sino el grito de Gokudera se hubiese escuchado por todo el plantel.

Los tres amigos siguieron discutiendo otro rato más, algunas dinamitas volaron en dirección al azabache que fueron lanzadas muy lejos ya que el chico traía con él su bate de béisbol, era un total misterio como nadie había notado ese detalle.

Tsuna había extrañado el pasar tiempo con dos de sus mejores amigos, por un momento pensó que si Hayato era su mano derecha entonces Takeshi definitivamente era su mano izquierda.

-Oye, ¿No te sientes nostálgico, G?- La pregunta del rubio sorprendió al pelirrojo.

-No puedo sentirme nostálgico si aún tenemos encuentros como esos- Respondió divertido.

-La única diferencia es que ahora no puedes congelarnos- Añadió el japones, los italianos lo miraron divertidos.

-Creo que ahora porque extraño estar vivo -El rubio le dedico una mirada soñadora al heredero de su voluntad.

Viaje escolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora