Batalla en la mansión

4.1K 339 32
                                    

Hibari y Mukuro habían estado en silencio desde que los otros dos se llevaron a Checker Face a la sala donde se encontraban reunidos los demás, ambos sabían que no debían hacer enojar al pequeño cielo durante los próximos días, si querían vivir.

Mukuro había notado los cambios en el castaño y estaba un poco preocupado de que luciera tan malhumorado desde la aparición de Luce en la mansión Vongola, sin embargo el hecho de verlo caminar de una manera tan extraña le provocaba una extraña felicidad, definitivamente no molestaría a Sawada mientras siguiese caminando de ese modo ya que parecía querer asesinar a la alondra.

–Kufufufu~, Tsunayoshi debe de estar planeando tu muerte–Se burlo la piña cuando no pudo contener más las ganas de discutir.

–Es mejor eso a tener a un herbívoro de los malvaviscos listo para aprovecharse de mi en la primera oportunidad–Respondió el azabache.

Ambos chicos empezaron a discutir y cuando estaban por empezar a repartir golpes una explosión en la parte trasera los alerto.

–Kufufufu~, habrá que dejar esto para después –Comentó la piña.

–Eso sólo si sobrevives–Se burlo Kyōya.

Ambos chicos no tardaron en llegar al jardín preparados para matar a aquellos imbéciles que habían interrumpido su pelea, el ejército que los esperaba en el jardín los sorprendió un poco aunque no lo demostraron.

Sin dudar ni por un segundo los dos se lanzaron al combate, parecía ser que aquellos tipos no poseían una llama así que no sería difícil acabarlos, estaban tan equivocados.

Tsuna y los ahora adultos ex-arcobalenos junto con Ryohei Yamamoto y la pelirroja corrieron al lugar de donde provenía el escandalo, una vez allí la mayoría de ellos no dudo en atacar al enemigo.

Tsuna buscó a Hibari para asegurarse de que estuviese bien antes de mirar como aquella chica que debería de haberse escondido se enfrentaba a un grupo de hombres muchos más grandes que ella sin ningún tipo de problema y luego de asegurarse de que ellos estaban a salvo se lanzo al combate, no dejaría que sus amigos se enfrentaran al peligro solos, ¿Qué clase de líder sería si lo hiciese?

Skull observaba como todos los demás luchaban contra ese centenar de hombres armados, había notado algo extraño en sus comportamientos pero no identificaba que era en concreto y eso lo mantenía alerta.

Reborn miro a su lacayo, le molesto la expresión en su rostro, ¿Cómo era posible que se quedara allí parado mientras todos los demás arriesgan sus vidas? ¿Acaso era idiota? Reborn suspiro, tendría que tomarse en serio el papel de senpai por una vez en la vida.

–Escucha bien lacayo, porque no lo diré de nuevo–La voz del hombre de fedora sorprendió al motocicleta.

–¿Qué dirá Reborn-senpai?–Preguntó confundido, ¿Por qué sentía que estaba usurpando el lugar de Tsuna?

–Si de verdad quieres proteger a alguien lo primero que tienes que hacer es ser sincero, pero no sólo con nosotros sino contigo mismo–Reborn sintió ganas de vomitar al decir aquello, Skull lo miraba incrédulo y Luce sonreía orgullosa.

–¿A qué se refiere Reborn-senpai? ¿Esta enfermo?–Preguntó preocupado, mientras Tsuna peleaba sintió unas enormes ganas de reírse, no sabía por qué.

Reborn respiro profundamente mientras contaba hasta tres, llegar a diez lo sacaba más de quicio, se contuvo de dispararle al chico frente a él y lo miro con toda la seriedad que tenía.

–Skull, has hecho un buen trabajo durante todos estos años al estar al cuidado de cada uno de nosotros, estamos agradecidos, a nuestra peculiar manera, pero esto no puede seguir así, si vas a seguir fingiendo ser un inútil creo que lo mejor sera que no estorbes –Luego de decir eso el hitman se unió a la batalla.

El chico inmortal observo a su senpai luchar lado a lado con cada uno de sus compañeros, inclusive Tsuna les ayudaba un poco y sintió envidia, porque todos ellos podrían llegar a morir, envidiaba la idea de poder luchar a la par de sus amigos, deseaba pelear, darlo todo de él y no sólo ser un estorbo, ¿Qué debería de hacer? ¿Dejarse llevar y desatar a la bestia sanguinaria que vivía en su interior o sólo hacer lo que Reborn dijo y mantenerse al margen?

La respuesta era clara, lo noto al ver la mirada burlona que Colonello le mandaba y escuchar las ordenes de Lal para empezar a atacar al enemigo sin piedad, inclusive los extremos gritos de Ryohei lo motivaban a pelear, estaba por unirse a la batalla, por luchar a la par de aquellas personas a las que apreciaba con todo su corazón.

Reborn sonrió levemente cuando noto el cambio en la actitud del chico inmortal, al parecer había nacido para motivar a los inútiles, ¿Qué podía hacer si Dios lo había hecho tan perfecto?

–Me parece que sigues siendo bueno con los niños–El comentario de Luce sorprendió al hitman.

–Creo que no es el mejor momento para hablar de esto–Respondió antes de dispararle al hombre que se posiciono detrás de la mujer.

La batalla parecía no acabar, aquellos hombres eran como los insectos, mientras más mataban más aparecían, Bermuda había empezado a preocuparse por los vindice y los pacificadores, hace media hora que debería de haber logrado volver para seguir proporcionando la llama de la noche a los objetos que los habían convertido en bebes malditos.

Tsuna había estado preocupado por Mukuro, el chico no tenía mucho de haber vuelto a ser él mismo y todavía no sabía en el nivel que se encontraban sus ilusiones y su resistencia, pero todo parecía estar bien para la piña así que se calmo un poco.

Hibari se encargaba de la mayoría de los cobardes que planeaban atacar a los demás mientras estaban distraídos, era sorprendente la cantidad de hombres armados que aparecían y podían hacerles frente.

Tsuna tuvo un mal presentimiento cuando escucho otra explosión y los hombres con los que peleaban detuvieron el ataque, estaba por empezar a pedir explicaciones cuando un grito lo alerto y lo que vio lo dejo frío.

–No puede ser cierto–Murmuró para sí mismo al ver la sangre derramada.

Viaje escolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora