Viaje escolar

¿Cómo es el décimo? Gesso, Varia

Los tres grupos se separaron, el primer grupo en llegar a su destino fue el de Xanxus, había decidido llevar a aquellas basuras a la cocina, se estaba arrepintiendo un poco de ayudar a su padre.

-Muy bien, basuras, como pueden ver esta es la cocina, la mansión tiene una gran cantidad de cocineros que se especializan en distintas culturas y comidas, también tenemos algunos reposteros que son los que se encargan de los postres y en unas semanas llegaran otros más para ayudar con el pastel del décimo -La servidumbre estaba impactada, no se esperaban ver a aquel orgulloso hombre guiar en serio a los estudiantes, Mammon estaba escondida grabando todos los movimientos de su jefe.

-¿No basta con los pasteleros que están aquí?-Preguntó un alumno confundido.

-Vongola se enorgullece de los lujos que pueden brindarle a sus sucesores, sobretodo cuando estos aun no aceptan el cargo-Respondió con amargura.

-¿Qué tipo de persona es el décimo?-Preguntó una chica.

-Un inútil total, es torpe, ingenuo y a veces pienso que tiene menos cerebro que Leviathan, sin embargo es un buen jefe y se preocupa por sus amigos, además de que es demasiado amable y suele ganarse la confianza y el cariño de los demás -Respondió como si de un reproche se tratase, Mammon estaba muy sorprendida.

-Al jefe gruñón le agrada Juudaime-nii -Se burlo un chico inexpresivo, extrañamente Xanxus lo ignoro.

-En fin, además de cocineros y pasteleros tenemos a una especialista en bebidas y esa es Geraldine, ella es muy amiga del décimo-Al culminar lo dicho siguió su camino, se supone que en la cocina debía estar el retrato de primo, "¿Qué demonios hicieron con él?"

Mientras el Varia seguía en busca de aquel retrato comprometedor, un peliblanco se dedicaba a caminar en silencio.

-Byakuran-sama-Escuchó decir a una fémina.

-¿Sucede algo?-Preguntó indiferente, sintiéndose extrañado por la manera en que lo había llamado.

-Quisiera disculparme por mi comportamiento durante el desayuno -Dijo la rubia tratando de lucir avergonzada.

-¿No crees que te disculpas con la persona equivocada? Después de todo a sido a tu compañero a quien has llamado inútil -Respondió desinteresado.

-Ya me he disculpado con él, Tsuna y yo somos buenos amigos así que realmente no le importa-Mintió con una sonrisa, el de ojos violetas la miro serio.

-Tsunayoshi-kun no lucía para nada como alguien que tendría amigos como tu-Dijo para retomar la caminata, la chica se sintió halagada sin darse cuenta que lo dicho por el Gesso no significaba nada bueno.

Luego de eso el mayor se negó a dirigirle la palabra a los alumnos hasta llegar al salón de baile, sus ojos habían recuperado la alegría, allí debería de estar un retrato del guardián de la niebla de la primera generación.

-Esté es el salón de baile de la mansión, es aquí donde se realizan casi todas las fiestas de la organización, sin embargo la mansión cuenta con muchos más salones como este y hasta incluso más grandes, es en este donde se llevara a cabo la fiesta de cumpleaños de mi querido amigo-Informó el Gesso mientras miraba decepcionado aquel retrato.

-¿Quién es la persona que esta en la pintura?-Preguntó Osamu extrañado de la apariencia de aquel personaje.

-Él es Lampo-kun, fue miembro de la primera generación de Vongola, era conocido como el más cobarde de todos los guardianes, sin embargo eso no evito que Giotto-san confiara plenamente en él, ¿Sabían que los miembros de la décima y la primera generación se parecen mucho?-Comentó desinteresado, los alumnos estaban contentos de saber algo sobre el inició de Vongola.

-Byakuran-sama, usted dice ser muy amigo del décimo, ¿Qué clase de persona es?-Preguntó Mochida.

-¿Qué clase de persona es?, lo pondré de un modo que hasta ustedes entiendan, Juudaime-kun es como un hermano pequeño, de la clase de hermano que siempre quieres cuidar, abrazar y molestar, es bastante inocente para su edad, algunas personas lo consideran tierno, pero si les soy sincero ese niño es muy insolente, es fuerte y hasta inteligente a pesar de que parece ser un completo inútil, es bueno negociando -Comentó mientras de la nada sacaba una bolsa de malvaviscos y hacía honor a su ápodo.

-¿Cómo se hicieron amigos?-Preguntó un estudiante, Byakuran sonrió.

-Eso sería difícil de responder, nuestra relación no es una amistad, tenemos algo así como un trato por conveniencia, él no confía en mi y yo sólo lo utilizo para que negociemos en nombre de dos de sus amigos-Respondió el come malvaviscos pensando en Sho-chan y Mukuro-kun.

En otra parte de la mansión se encontraba el Varia, había dirigido a los estudiantes a otro de los salones de baile de la mansión, miro detenidamente el retrato con el que se encontró.

-Esté es uno de los cuatro salones de baile, es aquí donde se realizan las fiestas de cumpleaños privadas de los jefes de la familia y sus familiares más cercanos, debido al gran número de invitados que tenemos este años se usara el salón principal para la celebración del décimo -Informó frunciendo el ceño.

-¿Quién es esa mujer?-Preguntó Chikusa, se le hacía conocida pero no podía recordarla.

-Esa de allí es Daniela di Vongola la ottava, hija de settimo, madre de Nono y mi abuela, la única mujer que fue jefa de Vongola-Respondió extrañado, seguía tratando de pensar que hacía ese retrato allí.

-¿Qué representan esas llamas?-Preguntó un estudiante extrañado, los que sabían que era se tensaron.

-Todos los retratos de los jefes tienen esa llama, es un representación del poder que tienen, en la época de Primo se creía que la determinación de una persona era representada por llamas de diversos colores, el fundador de Vongola llegó a la conclusión de que en total existían siete tipos de llamas las que relaciono con el cielo siendo ese el centro de todo y la llama más poderosa, para los Vongola el Naranja se relaciona al cielo y al más poderoso de los jefes-Respondió, los estudiantes estaban fascinados a pesar de no entender muy bien de que iba todo aquello.

-Hablando de jefes, ¿Cómo se conocieron usted y el décimo? No pareciera que se llevaran bien-Se animo a decir un estudiante.

-Esa basura y yo nos conocimos hace uno o dos años, no lo recuerdo bien, en aquel entonces no lo consideraba apto para asumir el cargo que debería haber sido mío, tuvimos un mal comienzo pero ya podemos vernos sin que le dispare más de diez veces-Respondió como si fuera lo más normal del mundo, los que lo conocían sentían la extraña necesidad de aplaudir, después de todo había visto a Tsuna varias veces y ni una bala había salido de él.

Los estudiantes no sabían que decir, aquel hombre era extraño y peligroso, sin embargo parecía tranquilo cuando hablaba de aquel que le había robado lo que debería ser suyo por ser hijo del jefe actual. Lo mismo pasaba con el otro grupo de estudiantes, no entendían porque aquel enigmático hombre parecía feliz al hablar de alguien que consideraba su amigo a pesar de saber que el chico no confiaba en él.

Ajenos a las dudas de los estudiantes que tenían a su cargo el Gesso y el líder del escuadrón independiente se sentían tranquilos, Tsunayoshi los había cambiado en el tiempo que llevaban conociéndolo, ese pequeño castaño era algo preciado para ellos así que ambos se propusieron la misma meta. "Les demostrare a estas/os basuras/insectos lo asombroso que puede llegar a ser Yoshi, ya después me encargare yo de humillarlo como venganza".