Viaje escolar

Una mañana agitada

Recién estaba amaneciendo cuando se escucharon explosiones y disparos en la mansión Vongola, los estudiantes normales se despertaron asustados por el estruendo hasta que escucharon las risas de Yamamoto, decidieron ignorarlos y seguir durmiendo, mientras que las amistades de Tsuna ni siquiera se despertaron.

Sawada y Hibari se despertaron extrañados por el alboroto, Tsuna miro con molestia la puerta.

–Creo que te están buscando–Comentó Kyōya antes de volver a cerrar los ojos.

–Hagamos lo más sano y sigamos durmiendo –Sugirió el malhumorado chico, le dolía la parte baja del cuerpo.

La pareja decidió ignorar el alboroto que causaban los guardianes y el tutor del castaño, Reborn se había despertado y recordado que su estudiante tenía muchas cosas que explicarle por lo que decidió ir a despertarlo con todo el amor y la delicadeza que tenía en su organismo, ya hasta había transformado a su camaleón en un mazo muy pesado, cuando no lo encontró pensó en lo peor.

Con la pistola lista se dirigió a la habitación del guardián de la nube con la intención de castrarlo, en el camino se encontró con Gokudera y Yamamoto y cuando le comento al bombardero que Tsuna no estaba en su habitación el chico entro en pánico.

–¡Maldito maníaco de las peleas!–Fue lo que grito antes de que los dos se dirigieran a la habitación de Hibari.

"Creo que tal vez no fue buena idea decirle sobre Tsuna y Hibari" pensó Yamamoto antes de seguirlos, sin embargo cuando estaban cerca de la habitación del ex-prefecto ya los esperaban dos ilusionistas y un monstruo come malvaviscos.

–Kufufufu~, les sugiero que se retiren en silencio–La piña fue el primero en hablar, Reborn lo miro irritado.

–¿Crees que te haré caso?–Se burlo Reborn.

–Yamamoto-san, sera mejor que se lleve a Gokudera-san–Sugirió la única chica entre ellos.

–Ya lo intente, ninguno de ellos dos me hace caso–Takeshi suspiro cansado.

–Deberían dejar a Tsunayoshi-kun ser feliz, así como Mukuro-kun y yo–Comentó el peliblanco mientras intentaba abrazar a la piña.

–Kufufufu~, eres molesto–Gruño mientras un sonrojo aparecía en su rostro.

Y es así como se formo la tercera guerra mundial de la que el hitman escapo dejando a los idiotas pelear entre ellos, con una patada al mejor estilo película de acción abrió la puerta de la habitación con su arma lista, lo que vio lo hizo decidir que mejor que castrar al mayor de ambos chicos sería torturarlo hasta morir.

–¿¡Qué demonios le hiciste a dame-tsuna!?–El grito del tutor espartano despertó a la joven pareja.

–¡Hiiiii! ¡Reborn!–Chillo Tsuna avergonzado antes de que una mueca de dolor se instalara en su rostro, la próxima vez se tomaría las cosas con calma a la hora de estar con Kyōya.

–Demasiado ruidosos–Se quejo Hibari antes de sentarse y darle una mirada molesta al hitman.

–¡Te hice una pregunta–Exclamó el único personaje armado en esa habitación.

–Nada que él no quisiera–Se burlo el más alto.

–Dame una razón para no matarte en este momento–Los tres sabían que a Reborn no le importaría lo que dijese.

–El omnívoro esta embarazado–Respondió sin expresión alguna, los otros dos lo miraron como si estuviese drogado.

–Pido ser la madrina–Geraldine al rescate.