Chrome y el bebe piña

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Después de una corta despedida la chica se retiro llevándose con ella al bebe, los dos chicos se quedaron en silencio por un momento, el más pequeño se removía incómodo.

–Omnívoro –Llamo la nube, el cielo lo miro nervioso.

–¿Sucede algo, Hibari-san?–Preguntó nervioso, el azabache le dedico una media sonrisa.

–No estas dejando de meterte en problemas, tal vez debería morderte hasta la muerte–Comentó divertido, el chico palideció y se ruborizó casi al mismo tiempo, era una habilidad que sólo el castaño tenia.

–¡No, por favor!–Exclamó asustado.

–Por ahora lo dejare pasar, ¿Qué harás con el bebe piña?–Preguntó, el castaño se preocupo.

–Por ahora le pediré ayuda a Chrome y Byakuran, seguramente ellos estarán felices de estar con un bebe como Mukuro–La idea de darle el bebe a Byakuran lo hizo dudar, pero todavía le debía al líder de Gesso su tiempo con la piña.

–¿Crees que estará bien?–Preguntó para nada preocupado.

–Con Byakuran no, por eso Chrome también ayudara–Respondió confundido, hace tiempo que no hablaba así con Kyōya.

–Confías mucho en ella–Comentó el azabache, Tsuna le miro sorprendido.

–La verdad sí, de todos mis guardianes Chrome y usted son los más confiables–El castaño no sabía el efecto que tendrían esas palabras en su guardián.

–Así que soy tan confiable como tu guardiana ilusionistas –Tsuna se extraño por la mirada juguetona de su guardián.

–Por supuesto que sí, hasta podría decir que es incluso más confiable que ella–El mayor le sonrió a su omnívoro.

–Estas diciendo muchas cosas interesantes–Comentó mientras se acercaba al más pequeño, Tsuna se puso nervioso por la cercanía.

–Nada que no sea verdad–Respondió mientras un sonrojo acudía a sus mejillas.

–Hmm, ¿Alguna vez me has mentido?–Preguntó acercándose mucho más al cielo.

–Yo nunca le mentiría a usted–Respondió casi automáticamente.

–¿Por qué? –El azabache estaba aprovechando el nerviosismo del más pequeño para sacarle mucha información.

–Eso es porque yo nunca le miento a la gente que me importa–Respondió mientras su mirada se detenía en los labios de su guardián, aquella sonrisa lo tenía hipnotizado.

–¿Esa es una confesión?–El rostro de Tsuna estaba muy rojo, no sabia que decir, estaba concentrado en estudiar los labios de la nube.

Sin que ninguno de los dos lo quisiera el mayor se alejo del castaño y se dirigió a la puerta, antes de salir de la habitación le dirigió una mirada burlona al pequeño cielo, Tsunayoshi no sabia que pensar ni que decir, se sentía avergonzado se había dejado llevar y casi cometía una estupidez, habían muchas cosas importantes en las que pensar para que se distrajera con su guardián.

Kyōya por su parte estaba de malhumor, se había dado cuenta de que la pelirroja seguía cerca y seguramente estaba esperando el momento para sacarles una foto en el momento en que besara al castaño, la chica se lo había dicho desde que se propuso ayudarlos.

–Hibari-san, en serio que eres terrible, acosando al pobre Tsuna-sama –Se burlo la chica cuando lo vio, el azabache fulminó con la mirada a la chica y al bebe.

Luego de una discusión en la que la chica uso al bebe como escudo cada quien se dirigió a diferentes partes, Geraldine era consciente de que debía de llevar al bebe con Chrome y así lo hizo.

El resto de la tarde paso con normalidad, Reborn ya tenía a los tres primeros concursantes que habían pasado a la segunda parte de su juego y a Chrome ya le habían explicado lo que le había pasado a Mukuro.

Cuando la hora de la cena llego todos miraron extrañados al bebe que tenia la chica del parche en brazos, Byakuran no tardo en reconocerlo y se acerco inmediatamente a la chica.

–Oh~, que cosas más inesperadas pasan aquí –Comentó divertido cuando al tratar de tocar al bebe el pequeño lo golpeo.

–Byakuran-sama, no moleste a Mukuro-sama–Pidió Chrome, el peliblanco le sonrió a la chica con cariño, cosa que molesto a un bebe y a un miembro de Kokuyo.

–Chrome-chan, ¿De dónde sacaste a ese bebe?–Preguntó Kyoko, todos en la mesa estaban atentos a lo que diría, excepto Tsuna y Hibari.

–Me lo dejo Mukuro-sama–La guardiana dudo un poco, no se había dado cuenta de lo mal que sonaba lo que acababa de decir.

–¡Voiiiiiii!, ¿¡Dónde esta ese bastardo!?–Squalo fue el primero en salir del shock.

–Seguramente huyo–Respondieron dos ilusionistas y un príncipe caído.

–Mu-Mukuro-sama no puede haberte dejado un bebe–Ken no sabía que pensar, Mukuro lo miro burlón.

–Oh, esa definitivamente es una mirada burlona del nivel de las de Mukuro-san, definitivamente ese bebe es suyo–Comentó Chikusa, Chrome no entendía que estaba pasando.

–¡Hahi!, ¡Yo siempre pensé que a Chrome le gustaba Ken-desu!–Exclamó Haru sorprendida, el rubio miro en shock a la castaña mientras la pelivioleta enrojecía.

–Yo siempre pensé que a Mukuro-chan le gustaba Byakuran– Comentó M.M, Fran miro fijamente al bebe en brazos de Chrome, el niño había enrojecido y le dedicaba miradas furiosas a la francesa pelirroja.

–Ya entiendo–Todos miraron al peliverde, Viper le dedico una mirada de fastidio–Es el hijo de piña-san y Chrome-nee.

Luego de eso el comedor se volvió un desastre, Squalo estaba alterado, en su mente la idea de Fran tenia sentido, Yamamoto trataba de calmarlo, Nono había decidido seguir el ejemplo de su hijo y su nieto e ignorarlos a todos.

Ken le dedicaba miradas a Chrome y al bebe en los brazos de Byakuran, que aprovechó el desastre para quitarle el niño a la chica, Fran y Viper decidieron burlarse un poco de Squalo y del ilusionista piña.

Por su parte, Tsuna se dedicaba a evitar la mirada de su guardián de la nube y eso no paso desapercibido para el pequeño sol que se hacía pasar por profesor.

Las cosas se estaban complicando en la mansión sin que ninguno de los invitados se percatase de que una invitada sorpresa estaba a solo semanas de llegar a la mansión para provocar muchos más desastres.
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A partir de ahora voy a tratar escribir la escenas 1827 así que calma, se aceptan sugerencias no soy romántica x.x
Pd-¿No les ha pasado lo que le paso a Tsuna? A mi (•-•)

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