Quinto problema, ¿¡Bebe piña!?

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Tsunayoshi miraba fijamente el papel que su compañera sostenía, no podía ser verdad lo que su amiga había leído allí.

El pequeño artefacto que Irie le envió a Tsuna tenia una carta, en ella le explicaba el uso de la máquina y también le informaba que una mujer de nombre Luce había llegado buscándolo, que lucía bastante seria y que estaba muy preocupada por el estudiante de Reborn.

–No puedo creer que ya este aquí –Comentó Tsuna, su compañera lo miro sin saber que decir.

–Según los informes que pude obtener de las reuniones que han realizado los ex-arcobalenos con Nono-san el último lugar donde había sido vista fue en Japón –La chica no sabía que decirle ni como ayudarle al pequeño castaño.

–Ya me informaste eso, también sobre el hecho de que hablo con mi madre, además de que en las cartas de Bianchi pude leer que una mujer me había estado buscando–Sawada estaba distraído.

–Creo que lo mejor sera que empecemos a usar esta cosa, después de todo piña-sama ya esta aquí –Informó la pelirroja.

–Kufufufu~ eres tan molesta–Dijo mientras aparecía en la habitación, la chica le sonrió.

–Usted es un mentiroso y nadie le dice nada–Se burlo la chica.

–¿Podrían mantenerse serios? Estamos aquí porque esto es importante –Los otros dos invitados miraron al cielo y una sonrisa se formo en sus rostros.

–Tenemos una tregua temporal, no se preocupe, Tsuna-sama –El castaño miro a sus amigos desconfiado.

–Kufufufu~ más importante la alondra esta tardando en venir–El comentario de Mukuro altero a Tsuna.

–¿Hibari-san? ¿Por qué debería de estar aquí?–Preguntó nervioso, la piña y la pelirroja se dedicaron una mirada cómplice.

–Según las instrucciones dadas por Irie-san la máquina debe ser cargada con llamas de cielo, niebla y nube, te las acabo de leer–Se burlo la chica.

–Kufufufu~, la alondra es tan buena persona –Se burlo Mukuro, una tonfa voladora paso peligrosamente cerca de la piña.

–Ya llego–Comentó la chica, los otros dos la miraron como si hubiese dicho algo estúpido.

Una vez listos, Tsunayoshi y Geraldine empezaron a cargar el aparato con llamas del cielo y de niebla respectivamente, según las instrucciones no debían ser usadas las llamas de la persona a la que se convertiría en niño, el castaño le dedicaba miradas nerviosas al azabache que sólo se dedicaba a devolverle la mirada.

Mukuro estaba sorprendido de que la chica pudiese usar las llamas con tanta facilidad, pero no lo demostró se concentro en mantener sus emociones a raya, no confiaba por completo en que esa ridiculez funcionara y trataba de confiar en Tsuna, el castaño nunca le había fallado y siempre cumplía todas sus promesas.

Tsuna estaba distraído, Geraldine lo notaba, no estaba proporcionando la cantidad requerida de llamas del cielo así que cuando los otros dos se distraían ella las agregaba, desde el fondo de su corazón quería que la piña recuperase sus poderes, había notado muchas cosas en el ilusionistas y una de ellas era que su vida se estaba acortando, ¿Con quién discutiría si la piña no estaba en su vida? Le quedaban Bel y Squalo pero no era lo mismo.

Una vez que el dispositivo estuvo cargado con las dos llamas principales, jefe y sirvienta dieron paso al guardián de la nube, Hibari cargo el dispositivo con una rapidez sorprendente, para quien no lo conociera claro está.

–¿Y ahora?–Preguntó el castaño, la chica sonrió.

–Ahora sólo queda agregar la sangre de la víctima, vamos a sacarle el jugo a la piña –Respondió, los otros tres la miraron mal.

–Geraldine-san, ¿Qué dije sobre la seriedad?–La pelirroja bufo molesta, ella sólo quería reírse un poco.

–De acuerdo, lo único que queda es activar la cosa esa y apuntar a la cabeza de Mukuro –Respondió aburrida, Tsuna miro a Hibari y a "la cosa esa".

–Kufufufu~, no puedo creer que en serio estemos haciendo esto, es ridículo –Mukuro tembló ligeramente cuando Hibari tomo el artefacto y lo apunto a su cabeza.

–Tsunayoshi se preocupa por ti, deberías estar agradecido–Hibari apretó el gatillo luego de decir eso.

El pequeño cielo no sabía que decir, se altero un poco al ver a su guardián dispararle a la piña, Shoichi al parecer se había inspirado en Reborn para construir ese artefacto.

Un silencio inundo la habitación luego de que el guardián cayera en la alfombra de la habitación, tenia un orificio de bala en toda la frente un pensamiento paso por las mente de el más pequeño de la habitación y la única chica presente, "En serio quería matarlo y a usado cualquier excusa para dispararle, Hibari Kyōya da miedo" pensaron al ver la sonrisa satisfecha en el rostro de la nube.

–¿Qué se supone que hagamos ahora?–Preguntó el castaño, los otros dos lo miraron.

–Esperar–Luego de decir eso una espesa niebla empezó a llenar la habitación.

La niebla era una mezcla de colores muy extraña, por un momento rodeo todo en la habitación, pero no duro mucho ya que se empezó a reunir toda alrededor de la piña, los tres miraron como la niebla cubría por completo el cuerpo del guardián caído y como pasaba de un color naranja a morado y por último índigo.

La gran niebla empezó a crecer y a Tsuna le pareció ver un destello rojo y una pequeña explosión dentro de la ella, estaba empezando a tener un mal presentimiento.

Geraldine vio el destello rojo de la niebla y supo que era su culpa, no lo admitiría nunca ya que le avergonzaba pero al parecer también había llenado la máquina con un poco de sus llamas de tormenta, fue un accidente.

Cuando la niebla desapareció los tres chicos miraron lo que estaba frente a ellos en la alfombra, Hibari no sabia si reírse o no, Tsuna quería desmayarse y por último, la pelirroja se quería morir.

"¿Cómo le explicaremos esto a Reborn/san/bebe?" se preguntaron los tres cuando el bebe en la alfombra les devolvió la mirada.

Mukuro era consciente de todo lo que pasaba y lo rodeaba, su mirada sólo les advertía que en cuento volviese a ser él mismo se vengaría.

El invitado fantasma de Tsuna miraba todo sorprendido, las cosas no estarían así si el castaño le hubiese hecho caso, le dijo que hablara con Checker Face y le pidiese algo que lo pudiera ayudar, de seguro el hombre no se habría negado, "Por si fuera poco Tsuna, Luce se esta acercando a la mansión a cada segundo que te distraes" fue lo que pensó el rubio, su familiar le dedico una mirada de reproche, después de todo Tsuna sabía que Primo se divertía a costa suya.

Viaje escolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora