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ROSALY.

Me escabullí de la cama para no despertar a Eric, con todas las veces que había escapado este mes ya sabía lo que tenía que hacer. Se me había hecho costumbre justamente unas fechas antes de poder tener a mí bebe, cálculos del doctor.

Tome mi auto y como casi todas las mañanas recurría a casa de Sophia para tranquilizarme y salir de casa, a ella era a la que recurría cuando me sentía agobiada.

Después de haber conducido unos minutos llegue al pequeño pueblo que pertenecía a la manada de Caleb. Me estacione frente a su casa y sin esperar más entre en la casa. Empecé a buscarla por la casa con tranquilidad sin encontrarlos por lo que decidí ir directo a su habitación.

Entre y ambos estaban durmiendo muy acurrucados mientras un gran edredón los cubría, se veían tan adorables. Me enferma.

- ¡Despierten! – Grite. Ellos se despertaron sobresaltados y aunque me dio un poco de pena los necesitaba el día de hoy, luego seguirían durmiendo.

- ¿¡Quieres que nos de un infarto!? – Grito Caleb quien trataba de tranquilizarse mientras Sophia suspiraba y soltaba una pequeña risa.

- Lo siento. – Sonreí inocente y me acosté junto a ellos mientras suspiraba. – No pueden dormir en un momento como este.

- ¿Te duele algo? ¿Las contracciones ya empezaron? – Pregunto Caleb preocupado.

Me pareció sumamente adorable el saber que se preocupaba así por mí y pensé en como actuaria cuando esto le ocurriese a Sophia.

- No. Es solo que ustedes saben que estas son mis horas para venir con ustedes estas semanas. – Dije apenada. – Lo siento por despertarlos así.

- Tranquila Cariño. No pasa nada. – Dijo Sophia mientras ella me arropaba con su sabana.

Esta era una situación graciosa: Yo en el medio de Sophia y Caleb como si de una niña pequeña se tratara.

- ¿Cuál fue el motivo por el que escaparas esta vez? – Pregunto Sophia con voz compasiva lo que me hizo bufar con frustración.

- ¿De verdad quieren saberlo?

- Rosaly, si escapas es porque peleas con Eric. Las razones siempre son las entrañas y créeme, ya nos has traumado lo suficiente. – Reí.

- Bueno está bien. – Suspire. – A raíz del embarazo Eric y yo no hemos tenido sexo, piensa que con tenerlo podemos dañar al bebe. No me ha tocado con esas intenciones y me está poniendo mal, eso era cosa de cada día, es lo que florece nuestra relación. – Dije frustrada. – Nos dejamos llevar ayer y justo cuando toda la "Magia" iba a pasar y el desagraciado ha parado porque tenemos que esperar a que él bebe nazca ¡Estoy cansada de esperar!

- Rosaly, él quiere lo mejor para él bebe. Tendrán toda la eternidad para esas cosas, literalmente. – Dijo Sophia haciéndome reír. - ¿Por ello han discutido?

- Si pero es que yo lo he querido.

- Pero si ya lo vas a tener. – Dijo esta vez Caleb.

- Si pero...- Iba a protestar de nuevo cuando la puerta fue abierta de golpe sobresaltando a Sophia y a Caleb.

Eric respiraba agitado y en cuanto fijo sus ojos en mi empezó a enojarse y supe que volveríamos a discutir por mí.

- Estoy cansado de esto Rosaly ¿Qué diablos te sucede? Crees que es agradable despertar y no ver a tu esposa EMBARAZADA a mi lado. – Remarco la palabra con enojo. - ¡Maldición! Solemos pelear estos meses pero no es motivo para que te vayas, siempre lo solucionamos. ¿Este mes has descubierto que eres feliz sin mí? ¿Qué no seré un buen padre para nuestro hijo?

Mire a Sophia quien solo nos veía preocupada mientras Caleb estaba cruzado de brazos mirando el desenlace. Me levante con cuidado y justo cuando iba a decirle que sería un grandioso padre y que lo amaba un dolor llego haciendo que me encorvara y gimiera de dolor.

- ¿Rosaly? – Tome mi estómago y trate de respirar para aliviar el dolor.

- ¿Amor, que ocurre? – Eric se acercó a mi preocupado y empezó a acariciar mi espalda.

- Duele. – Dije en un quejido y otro dolor llego a mí, sentí que un líquido recorrer mis piernas por lo cual me asuste.

- ¡Eric, Rompió fuente! – Grito Sophia haciendo que él y yo nos miráramos preocupado.

Me tomo en brazos y salimos de la habitación, los dolores eran frecuentes por lo que me quejaba haciendo preocupar más a Eric. Me subió auto junto con Sophia.

- Caleb avísale a los demás. – Dijo Sophia o eso es lo que logre entender entre mis quejidos.

- Cariño escúchame, ya vamos a llegar al doctor ¿Si? Falta poco, no te duermas, ya vamos a llegar. – Yo asentí entre todos los dolores agudos que llegaban a mí.

Llegamos al lugar y Eric me bajo en brazos y antes de que pudiera parpadear ya me estaban atendiendo varios doctores. Preparaban todos mientras enfermeras trataban de tranquilizarme un poco. Cuando todo estuvo listo el doctor me indico que tenía que empezar a pujar por lo que obedecí. Tomaba la mano de Eric quien estaba a mi lado y apretaba su mano mientras pujaba.

- Ya falta poco amor. – Me dijo Eric y justamente cuando di mi último esfuerzo se escuchó un llanto en la habitación.

- ¡Felicidades! ¡Es un lindo niño! – Mire a Eric quien lloraba de felicidad y justamos nuestras frentes sonriendo.

- Es nuestro príncipe. – Dije en cuanto lo tuve en mis brazos.

- Lo se mi reina. Los amo a ambos. – Dijo mientras tocaba con delicadeza la pequeña nariz de su bebe.

- Cameron, así quiero que se llame. ¿Qué te parece? – Él sonrió.

- El príncipe Cameron, me gusta ese nombre, será todo un galán como su padre. – Reí.

Me terminaron de acomodar al igual que al bebe y me llevaron a una habitación para poder descansar. Me trajeron de nuevo a mi bebe y unos minutos después llego Eric junto a todos quienes traían regalos y nos felicitaban por el nuevo miembro de nuestra familia. Me sentía realmente feliz, uno de los mejores días de mi vida. 

 

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La Venganza de las Sombras • COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora