IMPORTANTE: Antes de leer esta historia deberán leer Hibrida Maltratada que se encuentra en mi perfil. Gracias.
Fui maltratada, escape y conseguí un lugar mejor. Conocí a mi mate y a varias personas quienes se volvieron muy importantes para mí. Tuv...
Desperté de un golpe sentándome en la cama, me maree por un segundo y rápidamente los recuerdos pasaran por mi cabeza. Lo último que recordaba era estar luchando contra Carter y River.
Mire a mí alrededor dándome cuenta de que estaba en la habitación que compartía junto a Caleb. Me levante y Salí de allí con rapidez. Debía saber si todos estaban bien.
Baje las escaleras y trote hasta la sala donde me detuve al ver que todos estaban bien, suspire aliviada y recorrí la habitación chocando con una mirada que no conocía.
- Sophia ¿Estas bien? – Caleb se acercó a mí a lo que asentí.
- Caleb ¿Quién es él? – Pregunte sin dejar el extraño que me sonreía.
Era un chico joven, debía ser un poco más joven que nosotros o eso aparentaba, con ojos color pardo y su cabello castaño claro.
- Mi nombre es Max, es un placer conocerte. – El se acercó a mí y extendió su mano.
Yo también lo hice pensando que la estrecharía pero con delicadeza la llevo a su boca y beso el dorso de ella. Sentí que Caleb tomo mi cintura y gruño a lo que reí.
- Mia. – Mire a Max y mostré mi anillo de compromiso para que Caleb se quedara tranquilo.
- Soy suya. – Él se encogió de hombros riendo.
- Prometo que esa no es mi intención. – Dijo entre risas.
- Eres diferente a nosotros ¿Cierto? Puedo sentirlo.
- Tienes razón, soy diferente a ustedes. – En ese momento el saco sus grandes alas blancas. Me aleje de Caleb y camine hacia el apreciándolas con Atención.
- Eres un ángel. – Mire a Amelia quien asintió sonriendo, Ella me había contado historias de ellos muchas veces. – Impresionante, siempre he querido conocer a uno.
- Pues ya estas frente a uno.
- ¿Por qué estás aquí? No estuvieras aquí si fuera algo realmente importante.
Todos los chicos me observaron y sus rostros se volvieron serios al instante.
- He venido porque un peligro se acerca a ustedes, me han mandado a protegerte a ti y a tu familia. Conoor se ha unido a River y a Carter.
- Un demonio.
- Y muy peligroso, por ello River ha vuelto y es más poderoso.
- Entonces tú eres mi ángel guardián.
- Algo así pequeña, soy tu protector, por lo menos hasta que todo esto acabe.
- ¡Max! – La puerta se abrió de golpe y por ella entro una chica junto a Mike y Ethan.
- ¿Isabel? – Max se acercó a ella sorprendido a lo que ella lo abrazo.
- Hemos intentado detenerla.
- Esta bien. – Dije y ellos asintieron yéndose de nuevo.
- ¿Estas bien? Hemos visto lo que ha pasado. – Ella lo inspecciono preocupada.
- Estoy bien Isabel ¿Qué haces aquí?
- Después de ver que Carter ha vuelto me han mandado para ayudarte.
- Estoy bien, no ha pasado nada grave. He podido protegerlos pero él ha escapado.
- Lo atraparemos. – Dijo y nos miró a todos apenada. – Perdón por entrar así pero me he preocupado por él.
- No te preocupes. – Dije tratando de calmarla.
- Mi nombre es Isabel, soy compañera de Max.
Le dijimos todos nuestros nombres a lo que ella fue estrechando nuestras manos hasta terminar.
- ¿Puedo ver tus alas? – Pregunto Laura emocionada.
- Por supuesto. – Dijo y sus alas salieron de su espalda, Eran un poco más péquelas que las demás dándole esa delicadeza que ella poseía.
- Son muy hermosas. – Dije encantada.
- Gracias. – Dijo antes de guardarlas de nuevo.
Todos empezaron a hablar conociéndose. Max hablaba con los chicos mientras Isabel hablaba con las chicas. Yo solo me encontraba alejada de ellos junto a Caleb.
- ¿Estas bien amor? – Pregunto, quizás al verme pensativa.
- Lo estoy.
- ¿Y qué piensas?
- Estoy pensando en nuestra boda, hemos estado preparándola por días y pasa esto ¿Crees que deberíamos continuar con el plan?
- Claro amor, has estado preparándola con mucho esfuerzo. Ya quiero ser oficialmente tu esposo.
- ¡Oh por Dios! Van a casarse. – Grito Isabel entusiasmada.
- Así es. – Respondió Caleb mirándome con ternura.
- Me encantan las bodas y a los bebes, son tan adorables.
- Yo tengo un bebito, se llama Cameron aunque ahora está protegido en el castillo podrás verlo luego. – Dijo Rosaly. – Por cierto, debemos irnos. Queremos ver a nuestro bebe y ver si todo está bien en el castillo.
- Claro nos veremos luego. – Dije despidiéndonos.
- Adiós chicos, fue un placer conocerlos.
- Estaremos pendientes por cualquier cosa que pase. – Dijo esta vez Eric a lo que asentimos.
- Derek ¿Te quedas? – El asintió. Y allí pude ver a Cat quien solo estaba pensativa. Ellos se retiraron del lugar.
- Hey ¿Qué te ocurre? – Pregunto Isabel acercándose a ella, ella negó.
- Cat. – Derek llamo su atención a lo que ella suspiro.
- Ver a Conoor de nuevo me ha traído malos recuerdos, es todo.
- El no volverá a atacarte Princesa, estaremos bien.
- Tengo miedo de que alguien más salga herido, no quiero que pase de nuevo y ahora que es más poderoso... - El la interrumpió.
- Lo derrotaremos de nuevo. Nada va a pasar.
- Si Cat, ahora tienen refuerzos. – Max le guiño un ojo e Isabel hizo una pose heroica que nos hizo reír a todos.
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