IMPORTANTE: Antes de leer esta historia deberán leer Hibrida Maltratada que se encuentra en mi perfil. Gracias.
Fui maltratada, escape y conseguí un lugar mejor. Conocí a mi mate y a varias personas quienes se volvieron muy importantes para mí. Tuv...
Siempre había maltratado a Sophia, desde que sus padres habían muerto me había dedicado a ello. Era débil, una estúpida mocosa que no tenía la protección de sus queridos padres,la victima perfecta de mi aburrimiento.
Cada vez que la veía sentía desprecio por ella, cada vez que la maltrataba me hacía sentir poderoso. Mi padre me daría el puesto como Alpha de la manada por lo que todos querían estar conmigo, me obedecían.
Quizás sentía rabia, era una niña consentida por sus padres, la menor de su familia, le daban todo lo que quería. Era muy "Amigo" de su hermano, él me contaba que también la envidiaba, que sentía que no lo querían, que todo el tiempo se lo dedicaban a ella. Por ello lo tuve de mi lado desde el principio.
Cuando sus padres murieron él se sentía dolido, se desquitaba con ella y allí todo comenzó. La culpaba de la muerte de ellos y en más de una ocasión se lo dijo en su cara.
Aquel día en que llego al instituto, aquel día en el que sentí su olor y supe que era mi mate, la rechace. No podía dejar que alguien tan débil y rechazada por todos fuera la luna, la madre de mis hijos, la que gobernara a mi lado.
La rechace al instante, me daba asco con solo estar cerca de ella.
Nunca la quise, jamás la querría. Cuando ella volvió y me rechazo me dolió, pero no me importo la verdad. De hecho sentí rabia al ver cómo me avergonzaba frente a todos.
Esa misma noche se fue y no pude sentirme más aliviado, me liberé de esa niña estúpida. Conseguiría otra estúpida de la cual podría aprovecharme.
Los días pasaron y con ello me "Enamore" de una chica, no recuerdo ni su nombre creo que era Rebeca. Íbamos a todos lados juntos pero no sentía nada por ella. No había conseguido a mi Mate, odiaba a la Diosa Luna por colocarme a una débil mate desde el principio, con ello odiaba a Sophia aún más, Quizás la diosa me castigaba por rechazarla.
Un día acompañe a Rebeca al centro comercial, estaba esperándola en el estacionamiento cuando algo llamo mi atención. Sophia se encontraba del otro lado con un par de bolsas.
Creo que sintió mi mirada por lo que se encontró con la mía, sus ojos empezaron a reflejar el pánico y miedo lo cual me hizo sentir poderoso, sonreí y la salude con la mano causando que sus piernas comenzaran a temblar, iba a ir por ella cuando una chica se acercó a ella y Rebeca me llamaba desde el auto.
Los meses comenzaron a pasar y la gente me empezaba a odiar y a temerme. Algunos intentaban escaparse por lo que los castigaba incluso con la muerte.
No me importaba toda la gente que me odiaba por matar a sus seres queridos, solo me importaba ser poderoso.
Un día un clan de vampiros ataco la manada y con ello mataron a muchas personas, incluyendo al hermano de Sophia que solo era un debilucho. Destruyeron toda la aldea y se fueron. Me dejaron sin nada.
Eso me hizo enojar por completo y estalle, mate a personas que cruzaban por mi vista incluida a Rebeca que trato de calmarme y me fui.
Quede solo, quería la venganza contra los vampiros pero no podía y eso me daba impotencia. Los meses pasaron en los que lograba sobrevivir con lo que cazaba.
Un día dos hombres entraron a la casa abandonada en la que me encontraba, me dio escalofríos al verlos entrar sin embargo no lo demostré y me levante a enfrentarlos, no me mostraría débil.
- Veo que te gusta la soledad, todo es muy...encantador. - Observo a su alrededor. No respondí. - Me entere de que tu manada fue destruida por...Vampiros.
- ¿Cómo sabes eso? - Pregunte a la defensa.
- Yo lo se todo. - Se sentó en uno de los desgastados muebles, el otro hombre solo se quedó de pie. - Me llamo Conoor, y el Carter.
- ¿Crees que me interesa? Vete antes de que te mate.
- ¿Tu a mí? - El negó y soltó una risa burlesca. - No lo creo.
Lo mire unos segundos molesto, sabía que no podía derrotarlo yo estaba débil y se notaba que era más poderoso que yo además de que eran dos contra uno.
- Te propongo un trato. - Dijo de nuevo.
- No me interesa.
- ¿No te interesa la venganza en contra de los vampiros? - Lo mire interesado. - ¿No te interesa tener una manada de nuevo? ¿Ser poderoso?
- ¿Cómo lo lograras?
- He participado en una guerra en la cual he sido derrotado, habría muerto a no ser porque hice un trato con un demonio.
- ¿Con quién fue la guerra?
- Con vampiros y lobos asquerosos. - Respondió con furia. - Es por ello que quiero la venganza, mientras más seamos mejor. - El sonrió con triunfo al ver que empezaba a interesarme. - Además...- Continuo - Seguro te ha de sonar el nombre de Sophia.
- ¿Que tiene que ver con ella?
- Es la luna de una de las manadas más poderosas del mundo, la manada que me derroto. Su manada hizo un trato con los vampiros, seguro ella mando a atacar a tu manada como venganza.
Me quede unos minutos en silencio, esa chiquilla lo había hecho y de eso estaba seguro.
- ¿Es un trato?
- ¿Qué quieres a cambio?
- Matarlo, y gobernar las razas. A cada uno de ustedes le daré lo que merecen. ¿Es un trato?
Estreche su mano y con ello cerramos el trato. Desde ese día nos preparamos hasta que fue el momento indicado para poder atacarlos.
Me encanto ver la cara de miedo de Sophia cuando me tenía justo frente a ella. Y como me fascino cuando Carter la arrojo por ese acantilado, ver el dolor que reflejaba la cara de su mate.
Luchamos contra ellos pero maldecí cuando vi que alguien la salvaba de su muerte segura. Vi como Conoor desaparecía y supe que era el momento de irnos, por ahora.
Estos apenas había empezado. Había empezado la venganza de las sombras.
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