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SOPHIA.

Los besos de Caleb en mi espalda desnuda hicieron despertarme de a poco, me moví un poco escuchando una leve risa de su parte. Sus besos lentamente subieron a mi cuello causándome cosquillas por lo que reí, pero esa risa se detuvo cuando sentí que lo chupaba lentamente haciéndome gemir debajo de él.

- Te has levantado más temprano. – Dije mientras me daba la vuelta de bajo de él y pude ver como sonreía con picardía.

- Espero tener suerte para que los bebes no despierten aun. – El metió de nuevo su cabeza en mi cuello y siguió chupando haciéndome agarrar su cabello entre mis manos y gemir.

- Sabes que ese es mi punto débil. – Dije entre gemidos.

- Por eso lo hago. – Dijo mientras reía un poco antes de volver a mirarme y juntar nuestros labios en un beso apasionado.

Mientras nuestros labios se recorrían con exigencia deslizo mi ropa interior sacándola de mi cuerpo para luego deslizar mi camiseta hacia arriba por lo que tuvimos que separarnos para poder sacármela, al instante seguimos besándonos mientras era mi turno de bajar su bóxer.

El dejo de besarme para recorrer con besos mi quijada y cuello hasta llegar hasta mis senos los cuales beso con anhelo y consintió con chupetones y mordidas haciéndome gemir varias veces. Rodee su cintura con mis piernas sintiendo su dureza y haciéndolo gemir.

- Quiero comerme esto que está aquí.

Separo mis piernas de su cintura y dirigía su mano recorriendo mis muslos hasta llegar a mi parte íntima masajeando mis labios y mi clítoris.

- Amor...los niños van a despertar. – Gemí haciendo que el bufara pero me mirara pícaro.

- Claro que no. – Dijo mientras metía uno de sus dedos en mi. – Ya estas húmeda.

- Van a despertar...Ah. – Gemí cuando metió su segundo y tercer dedo comenzando a moverlos. Me arquee levemente sin dejar de gemir.

- Entonces será uno rápido. – Lo hice gemir cuando tome su miembro comenzando a masturbarlo. – Pero si no despiertan...- Lo interrumpí.

- Comerás lo que quieras. – El junto nuestros labios al tiempo que sacaba sus dedos y entraba en mi lentamente.

Ambos gemimos a mitad el beso y comenzó a moverse haciendo que llevara mis manos a su espalda mientras gemía. La jarruñe haciéndolo gruñir y moverse más rápido lo cual me hizo sacar más gemidos.

Con sus manos apretó mi trasero elevándome haciéndome enrollar mis piernas a su cintura.

- Caleb. – Gemí.

El dio la vuelta quedando de espaldas al colchón y fue mi momento para empezar a moverme mientras me inclinaba y besaba su pecho dando uno que otros mordiscos en él y arañándolo cuando aceleraba los movimientos.

- Eres realmente hermosa, Dios. – Jadeo tomando mis senos cuando me incorpore apretándolos y jugando con mis pezones y mirándome a los ojos con su mirada llena de lujuria.

Sentía nuestros cuerpos sudar y el calor era cada vez más sofocante y placentero. Nuestros gemidos era lo único que se escuchaban en la habitación junto con los jadeos y suspiros de parte de ambos.

- Estoy a punto de correrme, Sophia. – Gimió a lo que aumente mis movimientos ya que también sentía que me venía.

- Te amo. – Dije para inclinarme hasta el y quedar cerca de su rostro, el tomo mi cintura mientras ambos nos movíamos y nos mirábamos sintiendo nuestros alientos mezclarse.

La Venganza de las Sombras • COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora