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SOPHIA.

Desperté y me sentí extrañada al sentir algo cómodo debajo de mí y al ver que estaba arropada con mi edredón, me senté en la cama observe a mi alrededor dándome cuenta de que estaba en la cama que compartía junto a Caleb, juraba que había dormido en el baño.

Mi barriga resonó del hambre, mire por la ventana viendo como la lluvia caía. Me recosté unos minutos hasta que escuche la puerta abriéndose, me senté de nuevo viendo a Caleb quien tenía una mirada de preocupación.

Se acercó a mí sentándose a mi lado y tomo mi mano con delicadeza haciendo que lo mirara.

- ¿Cómo estás? – Pregunto.

- Estoy bien Caleb.

- ¿Qué ha pasado allí? – Pregunto de nuevo, negué con la cabeza.

- No ha pasado nada.

- Si ha pasado algo, ha pasado algo como para que salgas corriendo después de esa broma. Confía en mi Sophia.

- Confió en ti.

- Entonces dime.

- Cuando he estado en el suelo y los he mirado...paso algo confuso. Sus rostros se transformaron en los de mi antigua manada y tu...tu te transformaste en River.

- Sabes que ellos no volverán a atacarte. River no volverá a acercarse a ti.

- Nunca lo encontraron. – Mis ojos se llenaron de lágrimas. – ¿Por qué no puedo superarlo? Ya ha pasado mucho tiempo.

- Esas cosas no se superan así nada más. – Me dijo reconfortándome.

Lo abrace con fuerza en un abrazo que me pareció reconfortante y tranquilizador. Con el sentía que todo estaba en paz y sentía el amor que necesitaba para poder estar todos los días.

- Te amo. – Él se separó lentamente de mí y me sonrió.

- Yo también te amo Sophia. – Dijo dándome un beso demostrándome todo el amor que sentía por mi. – Los chicos siguen abajo, Rosaly y Laura están abajo, esperan a que despiertes para poder disculparse.

- No es su culpa, solo han querido hacer una broma inofensiva. – Dije y él sonrió.

- Siempre tan buena. Eres una excelente mujer y esposa. – Se levantó de la cama y me tendió su mano. – Ahora vamos a desayunar, que seguro debes tener mucha hambre.

- Claro. – Mi barriga hizo un ruido extraño por lo cual reímos.

Bajamos para dirigirnos a la cocina, tomamos el desayuno y nos dirigimos a la sala donde todos estaban conversando.

- Sophia. – Rosaly se levantó y se acercó a mí. – Lo siento por lo de la broma, no pensé que te afectaría tanto.

- No te preocupes, no ha pasado nada. – Respondí con una sonrisa.

- Lamentamos si te has golpeado fuerte o algo así. – Lamento esta vez Laura, volví a negar.

- Ya les he dicho que no ha pasado nada y que estoy bien, solo he recordado algo...tranquilas.

- Está lloviendo muchísimo. – Dijo esta vez Ezequiel.

- ¿Por qué no nos bañamos en la Piscina?

- Oh sí. – Dijo Rosaly trotando como pudo fuera de casa

La seguimos entusiasmado y con la misma ropa que teníamos corríamos por el jardín como niños hasta llegar a la piscina.

Luego de unos minutos se nos unió Cat, Derek ¡E incluso Mike y Ethan! Reímos juntos jugando a las atrapadas y luego nos lanzábamos en la piscina –Excepto Rosaly por su gran barriga.-

La Venganza de las Sombras • COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora