La Venganza de las Sombras • COMPLETA

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SOPHIA

DOS MESES DESPUÉS.

Habían pasado dos meses desde que habían nacido mis bebes, eran los más consentido de la familia. Todos habían ayudado a cuidarlos y protegerlos en especial Rosaly, quien sabia de estas cosas y me aconsejaba, y Cat, quien le había tomado mucho cariño por ser sus hermosos sobrinos.

Caleb se había vuelto aún más sobreprotector si eso era posible, además de cuidarme a mí cuidaba demasiado a los niños, no nos dejaba salir de la casa solos con la preocupación de que Conoor apareciera, afortunadamente no habían aparecido y eso me aliviaba y preocupaba a la vez. Me encantaba que nos quisiera proteger pero a veces se pasaba de la raya.

Max e Isabel también cuidan a los bebes, ellos se estaban quedando en la casa para poder protegernos mejor. Max era algo mujeriego pero buen chico, se convirtió en el mejor amigo que pude haber tenido. Isabel también se había convertido en una de las hermanas que siempre quise, me acompañaba a todos lados cuando Caleb y Max tenían que hacer y hacíamos todos juntos junto con Cat ayudándome a cuidar a los bebes.

Los bebés ya abrían los ojos y balbuceaban, Los ojos de Alice se parecía a mí solo que con los ojos del color de su padre mientras Thiago era idéntico a su padre con los ojos del mismo color que yo.

Ahora me encontraba con Isabel en la habitación mientras conversábamos, los bebes se encontraban dormidos juntos, ambos arropados en una sábana cómoda para ellos.

- Mira que adorables son. – Dijo Isabel encantada con los bebes. – Quisiera poder tener bebes.

- ¿Por qué dices eso? ¿No puedes?

- A los ángeles se les hace casi imposible tener bebes, muy pocos ángeles guardianes se arriesgan pero pierden su trabajo. Yo amo mi trabajo, amo proteger a las personas que lo necesiten, pero como soy guardiana constantemente cambio de protegido.

- ¿No hay alguna forma de tener bebes sin perder tu trabajo? Debe de haber una solución.

- No lo creo. – Dijo agachando la mirada. Ella levanto la mirada esperanzada. – Quizás podría convertirme en protectora de tus bebes, además no seré ángel guardián de por vida.

- Si, esa sería una buena idea. – Dije y ella me abrazo emocionada.

- Lo hablare en el cielo, espero me den una respuesta positiva. – Estuve a punto de responder cuando tocaron la puerta de la habitación.

- Pase. – Dije y Max se asomó por la puerta con una sonrisa, le hice un gesto de silencio y el asintió entrando en silencio.

- Hola Hermosas. – Reímos – ¿De qué están hablando tan inspiradas?

- Cosas de chicas. – Respondí encogiéndome de hombros. – Hola amor. – Dije en cuanto entro a la habitación.

- Hola princesa ¿Cómo han estado? ¿Cómo han estado los bebes? – Dijo mientras me daba un pequeño beso en los labios y veía a los bebes dormir sonriente.

- Hemos estado muy bien, han dormido como ángeles todo el día. – Sonreí.

- Amor, los chicos vendrán hoy. Laura y Ezequiel vinieron de visita y quieren conocer a los bebes.

- Esta bien, iré a cambiarme. – Me levante de la cama con lentitud. – Vamos Isabel, ayúdame a elegir. – Ella asintió emocionada y ambas nos levantamos para dirigirnos al armario mientras los chicos salían de la habitación.

Luego de cambiarnos y esperar un rato a los chicos ellos llegaron saludándonos.

- Hola Sophia ¡Felicidades! – Dijo Laura abrazándome.