Revenge #X-MenAwards

02

Cuando abrí los ojos, la barra de metal que rodeaba mi cuello estaba a un lado de mi cuerpo y pude ver con mis propios ojos como Erik mataba a mi padre con una moneda. No tuve fuerza de pelear su muerte. No tenía fuerzas para levantarme de allí, use lo que me quedaba para suplicarle que no lo haga. Me ignoró.

Las lágrimas cayeron por mi mejilla. Una vez que la moneda atravesó el cráneo de Sebastian, con su poder nos elevó a mi y Shaw hacía afuera, donde me tiró en la arena. Azazel me ayudo a levantarme.
Todos estaban atónitos.

Arrojó a su enemigo a un lado.

-Saquense sus cascos hermanos y hermanas, los verdaderos enemigos están justo allí. -Dijo señalando a las embarcaciones. -Siento sus armas apuntándonos a nosotros. Americanos, soviéticos... humanos, temiendo por lo desconocido. Charles, dime si estoy equivocado.

El telepata puso sus dedos en la sien y comprobó que aquello que decía magneto era verdad.

Al instante, de los barcos, salieron cientos de armas hacia nosotros.

Magneto las detuvo para el alivio de todos, dirigiéndolas hacia los humanos. Sonreí hasta que el estúpido del telepata intento detenerlo. Fue imposible. Fue la agente de la CIA quien impidió que las armas lleguen a los barcos. Erik desvió una bala que termino dándole en la columna vertebral de su compañero.

-Esto era lo que querían. Los humanos ya dieron su jugada. Ahora nos toca a nosotros. ¿Quien esta conmigo?

Todos menos Alex Summers, Hank y Moira fueron con el. Yo solo me quede sentada en donde Erik me había tirado. Las lágrimas no dejaban de recorrer mis mejillas. Hervía en odio, ese idiota había matado a la única persona que me había querido en mi vida.

Una vez que los bandos estaban formados, el joven del metal se acercó a mi y me ofreció su mano para levantarme. Le rechacé su ayuda y me levante sola. Todavía me faltaba el aire.

-Tu eres como yo, ¿Vienes conmigo?- Sus ojos estaban fijos en los míos.

Cuando estaba a punto de intentar pelear con el para vengar la muerte de Shaw, se me ocurrió una mejor idea. Iba a unirme a su equipo y cuando menos se lo espere iba a asesinarlo. La traición iba a ser mi mejor arma. No iba a detenerme hasta verlo muerto.

-Nosotros somos muy distintos, Erik. -Dije yendo con mis nuevos compañeros secándome mi rostro mojado por las lágrimas.