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Me costó dormirme. Todo esto era una locura.

Me desperté cuando la luz del sol atravesó mi ventana. Me cambié y fui en busca de Charles.
Estaba lleno de estudiantes, fui hasta su oficina y allí estaba.

-Buenos días, ¿Cómo dormiste?

-Buenos dias Charles. Dormí bien, gracias por todo esto.

-Tengo una propuesta para ti. Quiero que vengas a dar clases aquí.

-¿Yo?

-Claro que si. Tu poder es increíble y tu inteligencia también. Me ayudaras a mi y a Hank con tantos alumnos. Ayudaras a controlar a los mutantes.

-No lo se, mi lugar no esta aquí. -dije rascándome la nuca.

-Yo creo que este es tu lugar. Puedes ser tú libremente y ayudar a otros. Eso es lo que quieres, ¿o me equivoco? -Sonrió.

-No me leas la mente Charles.

-Lo siento. -Rió. -¿Que dices? ¿Te unes a los X-Men y a la escuela?

-Debo pensarlo e ir a hablar con Lola.

-Puedes tomarte todo el tiempo que quieras solo si me prometes que vas a pensarlo.

-Lo prometo.

Ellos me mostraron como trabajaban y al día siguiente me llevaron al aeropuerto.

-Espero vernos pronto. -Me despidió Xavier. Sonreí.

-Gracias por todo chicos.

Todo el viaje pensé en aquella propuesta. Era todo lo contrario a lo que mi padre hubiera querido, aunque debía admitir que habia cambiado mucho en estos años.
¿Estaba dispuesta a dejar mi vida de persona normal para empezar una basada en mis mutaciones ayudando a los demás?

Definitivamente despedirme de Lola sería lo mas difícil. Iba a extrañar mi calma y tranquila vida pero sentía que mi lugar era en aquella joven escuela.

Revenge #X-MenAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora