21

1.2K 103 1
                                    

Segunda Parte

Alana

Me vestí con una falda blanca, un sweater blanco, una camisa celeste y mis zapatos favoritos del mismo color. Até mi cabello con una trenza y partí a mi trabajo

Trabajaba en mi pastelería en el centro de París. Mi tarea era la de ser moza aunque también me encargaba de hacer las tortas. Junto con Lola, eramos dueñas de un pintoresco bar.

Lola, era mi fiel amiga y mi compañera de trabajo. Ella me conocía pero no tanto, es decir, conocia mi lado humano y no mi lado mutante. Ella no sabe que soy mutante, tampoco sabe que tuve una relación con Magneto, ni que lo envié a la cárcel, tampoco que mi padre y la familia con la que crecí eran mutantes.

En estos años había logrado apaciguar mi odio por los humanos, pero no había día en que no piense en todo y todos a los que perdí.

-Hoy salimos con Nick a tomar algo y esperábamos que vengas. -Dijo mi amiga con una sonrisa en su rostro. Nick era su novio.

-¿Solo ustedes? -Dije concentrada decorando un cupcake.

-Esta bien, vendrá Sam. -Dijo mirándome mientras reía. 

-Lola, te he dicho que no me interesa Sam amorosamente.

-A el le gustas mucho. Y piénsalo, saldríamos los cuatro juntos, hasta nos podríamos casar juntos. -Desde que nos conocimos, Lola había fantaseado con que nuestros novios serian familiares o amigos, así podríamos salir juntas siempre y hasta llegar a ser familiares. era como ganarse el premio máximo en la lotería.

-Estas demente. No es no. -Dije riendo y llevando el cupcake a la mesa de una joven pareja.

-Tienes 25 años, no puedes quedarte soltera para siempre Alana.

-¿Quieres apostar?

Ambas reímos.

Esa noche, Lola me convenció a salir. Fuimos a un bar. Tenía planeado ir un rato y volverme. Obviamente fue Sam, el chico rubio con ojos marrones, con el que Lola y su novio deseaban que este.

Al rato de llegar al bar, Nick y Lola ya estaban besándose apasionadamente contra la barra.

-Ellos dicen que hacemos buena pareja.

-Si, lo se. -Intentaba hacer mi máximo esfuerzo por sonar relajada. 

-Podríamos darles el placer.

-No.

-Me encanta cuando eres odiosa. -Dijo acercándose a mi colocando su rostro en mi cuello.

-Dile a Lola que nos vemos el lunes.-Dije soltándome empujandolo con todas mis fuerzas. El se sorprendió por mi fuerza. No quería usar mis poderes, entonces me fui del lugar.

Por el bien de todos, era mejor no perder la paciencia. Maldito humano.

Revenge #X-MenAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora