11

1.9K 147 6
                                        

Pasaron los meses y con Erik seguíamos así. Siendo nada pero todo, al menos para el. Yo lo seguía odiando y cada vez mas.

Raven y Azazel estaban oficialmente en una relación. Seguía con mi amistad con Angel.

Una tarde estaba con Emma desayunando en el parque de la casa cuando dos extraños se acercaron a nosotras.

-¿Quiénes son ustedes? -Preguntó Emma.

-Oh, se nos rompió el auto y necesitabamos un teléfono, por favor.

No se  exactamente que, pero habia algo raro en ellos.

Emma se puso su dedo en la sien.

-Alana, ve adentro. -Ordenó.

-¿Qué? ¡No! -no entendía que pasaba hasta que los extraños hombres sacaron armas de su bolsos. Y nos apuntaron.

-Si se quedan quietas sufriran menos. -Nos advirtió el mas alto recargando su arma.

-VE ADENTRO AHORA MISMO. -Me gritó. No iba a dejarla sola, la ignoré.

Emma cambió su piel por una de critales, eso iba a mantenerla protegida.

Enfrenté a uno de los hombres, pero fue en vano. Logró tirarme al suelo y me tomó por el cuello. No quería requerir a eso, pero fue mi última arma. Use mis poderes y los congelé.

Me solté y ayudé a Emma. También lo congelé.
Los habiamos detenido por un tiempo.

-Temía que te suceda algo. -Emma me abrazó. Ella fue como una hermana mayor o una madre para mi. Nos apreciabamos mucho mutuamente.

Al instante salieron todos.

-¡¿Que sucedió aqui?! -Preguntó Janos.

-Ellos querían matarnos. -Dije.

-¡¿Que?! ¿Estan bien?

-No querían matarnos, Alana. Saben que somos mutantes, venían a capturarnos. Como animales.

-¿Capturarnos? -Pregunto Raven a la rubia psiquica.

-Quieren investigar nuestros genes, nuestras mutaciones. Experimentar con nosotros. ¡Lo vi en sus mentes! -Estaba alterada. Todos estábamos en shock.

-Alana derrite el hielo. -Dijo Erik.

-¿Qué? No hare eso. Pueden atacarnos.

-Hazlo. -Me ordenó.

Y lo obedecí.

-¡¿Quién los envió?! -Gritó Erik una vez que sus cabezas estaban sin hielo.

-No lo sabemos. -Dijeron asustados.

Erik movió su mano y atrajo a sus cuellos objetos metales formando una "soga".

-Mi paciencia se termina.

-¡Joder! No lo sabemos. Solo seguiamos ordenes.

-Homo sapiens.-Dijo con desprecio. -Deben pensarlo dos veces antes de meterse con nosotros. -Dijo ajustando la soga.

-Déjanos ir. -Gritaba el mismo que me tiró al suelo.

-Erik, yo creo que deberías detenerte. -dije tomándolo del brazo.

El rió y termino de matarlos.

Todos estaban atónitos ante el comportamiento de Erik.

Azazel, Janos y Erik se encargaron de los cuerpos gracias al poder de Azazel. Los llevo a la zona mas desierta del planeta, un desierto justamente.

Ese día, todos estabamos impactados. Jamás pensé que llegarían a este punto los humanos.

Me fui a mi habitación temprano sin cenar.

Al rato alguien tocó la puerta. Era Erik y me había traido comida.

-¿Cómo estás?

-Un poco sorprendida.

-¿No te hicieron daño verdad?

-Ya te he dicho que no. No deberías haberlos matado.

-Nadie que te quiera hacer daño merece mi compasión. Además eran humanos.

-No es por eso, idiota. Podrían haber servido como advertencia para que no vuelvan a acercarse a nosotros.

-Solo actúe pensando en ti. Me moría si algo te sucedía.

Lo abracé.

Revenge #X-MenAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora