Donde un mutante y una mutante pelean pero todo termina peor de lo que imaginan.
Alana, una joven mutante, hija del poderoso Sebastian Shaw, fue criada para controlar el mundo si así lo quisiera.
Erik, otro joven mutante que vivió su vida cegado por...
Cuando se fueron, hablé con Lola y ella se emocionó. Pasamos la noche de chicas para el otro día. Antes de cerrar, Lola me prestó ropa suya y me maquilló. Su casa estaba a pocos metros de nuestro café.
Me vestí con un vestido negro, unos zapatos del mismo color.
Una vez que cerramos el Café, apareció Logan.
-Estas hermosa Alana. -Dijo sacándose un cigarro de la boca.
-Gracias Logan. -Dije tomando el cigarro y llevándolo a mi boca.
-Buena suerte chicos. -Dijo Lola abrazándonos.
Y fuimos a un bar cercano, pasaban música genial.
Al principio, bailábamos separados, mientras bebíamos una cerveza.
-Es imposible tenerte tan lejos. -Dijo atrayéndome hacia el. Yo entrecruce mis brazos en su cuello.
El me hacía reír por sus comentarios hacía la gente. A pesar de su aspecto de hombre malo, era muy gracioso.
-Hacía mucho que no me reía tanto Logan.
Acercó a su boca a la mía y me besó. Yo lo tomé de sus mejillas y le correspondí el beso. Nos besamos unos largos minutos mas.
-Voy al baño, Alana, espérame aquí.
-Lo haré. -Dije dándole un beso en la mejilla.
Luego de unos segundos, una persona apareció frente a mi. Levanté la cabeza y vi a Erik.
-¿Que haces tu aquí? -Dije.
-Al parecer la estas pasando bien con Logan.
-Si, muy bien. Gracias por interesarte.
-El no te merece.
-¿Y tu si? Vete de aquí.
-¿Qué haces aquí Erik? -Dijo Logan enfrentando a Magneto.
-Creo que tu eres el que se esta pasando de la raya. -La tensión entre ambos crecía.
Estaba asustada, me metí entre ambos.
-Ya es suficiente. Vamonos de aquí Logan. -El me tomó de la mano y salimos de ahí.
Erik quedó con la cabeza en bajo y yo repetí la acción.
Logan se ofreció a acompañarme a mi casa. Acepté.
-¿Sabes? Mi mente en unos días volverá al pasado. Prométeme que me buscarás y me convencerás de esta locura.
-Lo prometo. Aunque no se si me vas a creer semejante locura.
-Debo confesarte que por estos años, soy un joven estúpido. Pero no dejes de intentar.
-No lo haré. -Dije sonriendo.
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