Revenge #X-MenAwards

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La celebración había llegado a su fin y ya estabamos en casa con Erik.

-No se que resultara de esa noche de bodas, ambos estaban increíblemente ebrios. -Reí mientras me sacaba los zapatos. -Hay algo que quiero hablar contigo...

-¿Sucede algo Erik? Estas extraño.

-Todo esta bien. Alana, ya sabes todo lo que te amo. Y... Demonios, esto es muy difícil.

-Ten calma. -Lo tomé por las manos.

-¿Quieres casarte conmigo? -Dijo sacando un anillo de su bolsillo.

-Ay Erik... -Llevé mi mano a mi boca, estaba increíblemente sorprendida por esto. -Claro que si. -Dije con una sonrisa que se extendía por todo mi rostro.

-Me haces el mutante mas feliz del universo.

-Lo mismo digo. Te amo tanto. -Lo abrace. -Siempre dijiste que esto era de débiles idiotas.

-Supongo que lo soy, tu me volviste uno. -Dijo sonriendo. -Te amo tanto mi amor.

Lo abracé. Sinceramente, mi vida no podía ser mejor y Erik era el culpable.

Lola se había ido a México con su esposo, que extraño suena. La cubría en el café, Erik me ayudaba en su tiempo libre.

Dos semanas después, mi amiga llegó de sus románticas vacaciones. Me contó lo maravilloso que había sido. Amaba verla tan feliz.

-Lola... hay algo que tengo que contarte.

-No me asustes.

Le mostré mi anillo. Ella gritó de la emoción y yo reí.

-Te felicito Alana, me siento tan feliz por ti. -Dijo gritando.

-Gracias, te quiero tanto. -la abracé.

-Yo también tengo que contarte algo. Estamos en busca de un bebé.

-¡¿De verdad?! Que hermoso Lola, mi sobrino va a ser el niño mas afortunado del mundo.

Las cosas estaban increíblemente bien en mi vida. Con Erik nos mirábamos y cada vez que lo haciamos, sentíamos que el mundo se detenía, como la primera vez. Jamás había dejado de tener las famosas mariposas en el estomago. Estábamos tan enamorados como el primer día. Teniéndolo a el ya no quería nada mas.