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Nadie iba a meterse con mis alumnos. Y menos Erik.
Fui a su habitación y abrí la puerta.

-Maldito idiota. -Grité.

-¿Que te sucede?

-¡No debiste tratarlo así! ¡El está destruido! -Me tiré sobre el pegándole. Debía admitir que los golpes eran por todo lo que habia pasado entre nosotros y lo que le había hecho a su hijo.

-Cálmate. -Solo dijo.

-Dijiste que habías perdido a tu familia, pero tienes un hijo a quien tratas como mierda. -Dije gritando. -Peter es una hermosa persona y no se merece su trato.

El me sostuvo de los brazos para que deje de golpearlo.

-¡Sueltame! Te odio Lehnsherr.

-Anoche dijiste que me querías.

-Fue antes que me recuerdes que eras un monstruo.

-Maldita sea. -Gritó. -Debes entenderme. Perdí a mi hija y apareció uno nuevo. No se como tomármelo.

-El no tiene la culpa. El sufrió todos estos años por ti. -Me solté de sus brazos. -Deberías ir a hablar con el. -Dije antes de irme. Cerré la puerta fuerte.

Ese hombre me volvía loca. Me tomé una ducha y fui a dar la última clase del día.

Antes de ir a cenar, decidí pasar por la habitación de Peter para ver como estaba.

Abrí la puerta y me encontré con la escena menos pensada.
Erik sonriendo, abrazando a Peter. Una sonrisa iluminó mi rostro y me di el placer de quedarme viendo la escena por unos segundos.

Cuando se separaron del abrazo, comenzaron a bromear, eso era una buena señal. Decidí irme y darles mas privacidad.

Revenge #X-MenAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora